Ante la intención del Gobierno para comprar 40 megavatios de energía térmica a plantas locales o guatemaltecas para suplir la demanda energética de tres zonas del país, los empresarios sampedranos rechazaron la propuesta y aducen que Honduras tiene suficiente energía para hacerle frente a dichas demandas.
Emil Hawit, gerente de la Enee (Empresa Nacional de Energía Eléctrica), aseguró que se está estudiando realizar esta compra para cubrir la demanda durante el transcurso del presente año y a finales del próximo, ya que se tiene “ciertas necesidades en los departamentos de Colón, Atlántida y la zona de occidente. En Olancho se ha estabilizado el voltaje. Para suplir de inmediato esta necesidad debe ser con energía térmica en el caso de que exista sustitución. Nosotros no tenemos energía disponible, nosotros no la tenemos y debe ser -comprada- afuera”, expresó Hawit.
José Martín Chicas vicepresidente de la Andi (Asociación Nacional de Industriales), discrepó con las intenciones del Gobierno y aseguró que hay suficiente capacidad instalada en el país, por lo cual sería un nuevo error en el que se incurriría.
“No vemos necesario esos 40 megas, porque hay suficiente capacidad instalada en el país, el problema es en las líneas de transmisión, allí se deben enfocar”. El empresario recordó que como parte de la CCIC (Cámara de Comercio e Industrias de Cortés) plantearon soluciones para resolver los problemas energéticos en esas zonas, sin embargo los gerentes de la estatal han hecho oídos sordos a las peticiones.
Entre las propuestas que la CCIC realizó están mejorar las líneas que hay entre Santa Rosa de Copán y Ocotepeque y en el caso del Bajo Aguán, se recomendó trasladar hacia esa zona las plantas móviles alquiladas que generan 20 megavatios en la ciudad de La Ceiba.
“La subestación que entró en occidente tiene que garantizar la estabilización del voltaje, si esa subestación ya está funcionando, no vemos necesario importar esos 40 megas, porque hay suficiente capacidad instalada en el país” reiteró el empresario.
José Manuel Arriaga Yacamán, expresidente de la Enee coincidió con los empresarios y agregó que “ese dinero que se va a invertir en comprar esa energía, debe usarse en mejorar las líneas de transmisión en el occidente, Bajo Aguán y Olancho, allí radica el problema”.
El exfuncionario explicó además que con los fondos bien se puede construir las líneas definitivas en alta tensión, “se puede hacer con lo que van a pagar por esos 40 megavatios, esto es un problema de líneas de transmisión y hay que resolverlo por esa vía”, concluyó.
No más contratos
Luis Larach, empresario y expresidente de la CCIC, aseguró que los empresarios estarán vigilantes a que no se comprometa al país con contratos a largo plazo.
“Entendemos que la compra se haría simplemente cuando se necesite, ellos son los que tienen que determinar eso. Pero si en el corto plazo hay necesidad de energía térmica, que no lo creo, no tenemos que comprometer al país a realizar compras a largo plazo”, enfatizó.
Larach recordó que para resolver los problemas de transmisión y mantenimiento, entre otras necesidades, el gasto sería de al menos 7,000 millones de lempiras. El empresario óscar Galeano dijo que conocen que hay un balance entre la oferta y la demanda, por lo cual si el Gobierno toma cualquier decisión al respecto debe haber una justificación técnica y financiera real ante el público consumidor.
Galeano agregó que “es importante ver que esta compra no afecte los procesos hidroeléctricos que están ya en construcción y se les va a quitar la oportunidad en el momento que entren a operar”.
La decisión del Gobierno se debe a que la empresa Westport incumplió la generación de 100 megas de energía.
