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América Latina enfrenta los retos de una Europa en crisis

  • 17 junio 2012 /

Una demanda incierta, una mayor inmigración y el regreso de cientos de inmigrantes son algunos de los desafíos.

Los buenos resultados económicos del primer trimestre del año en el sur del continente hacen prever que, de momento, América Latina mantenga una posición más prometedora en la economía global que otras regiones más aquejadas por la crisis como Europa o Norteamérica.

Las buenas noticias las da la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) al mantener una previsión del 3.7% de crecimiento económico para la región en conjunto, un descenso del 0.6% respecto a 2011, cuando la tasa de crecimiento llegó al 4.3%, según las cifras que brindó en su último informe macroeconómico, presentado por el organismo recién la semana recién pasada.

Este crecimiento podría verse minado por la crisis en Europa en el caso que se degenere en una crisis mundial. “Una eventual salida de Grecia del euro puede contagiar rápidamente a España e Italia y esto tendría consecuencias negativas para la economía mundial”, comentó Antonio Prado, secretario ejecutivo adjunto de la Cepal, quien calificó este posible escenario como “dramático”.

Algunas de las consecuencias serán la contracción de las importaciones europeas procedentes de Latinoamérica, los menores flujos de remesas y la caída del turismo europeo en la región, tres rubros que sostienen el crecimiento en el subcontinente.

Materias primas

Buena parte del crecimiento que se proyecta para la región proviene del mercado de materias primas, el cual plantea algunas dudas por causa de la situación europea y particularmente la desaceleración mostrada por China.

América Latina, con la producción de metales y minerales, es uno de los principales abastecedores mundiales.

La revista AméricaEconomía, citando al experto económico Davide Accomazzo, director gerente de Cervino Capital Management, indicó que “una demora en conseguir una solución a la crisis en Europa podría tener un severo impacto en los precios de todos los mercados, incluyendo el de materias primas”.

Wang Tao, jefe de investigación económica de UBS Securities, al referirse a la situación en China, comentó que “el crecimiento de las exportaciones y las importaciones chinas disminuyó”, y añade que “las exportaciones y las importaciones caerán más debido a que la crisis europea seguirá extendiéndose”, lo cual no augura buenas noticias para las economías latinoamericanas, que dependen de las compras de materias primas que hace el gigante asiático.
Fuga de cerebros

Otra consecuencia de la situación económica en el viejo continente para América Latina es que está obligando a muchos europeos a buscar oportunidades de trabajo en los mercados emergentes de la región en momentos en los que escasea el trabajo en sus países de origen.

Algunos europeos de tronco latino, como los españoles, portugueses o franceses, encabezan esta tendencia.

Roberto Machado, director general de la firma Michael Page para el Cono Sur, con sede en Brasil, señala que “en Brasil aproximadamente un 30% de las candidaturas para puestos de trabajo son españolas, portuguesas y francesas”.

Estos nuevos emigrantes por lo general provienen de un estrato social más alto y son mejor preparados académicamente, por lo que encuentran oportunidades en las empresas que requieren personal calificado que no se llena con la fuerza laboral local. Mientras en Europa escasea el trabajo, “en América Latina ocurre lo contrario: hay mucha oferta de empleo y no existen ejecutivos calificados para los puestos; las empresas necesitan urgentemente personas preparadas y con estudios”, dice Machado.

Si la situación en Europa empeora, mucha más gente y con menor preparación puede comenzar a emigrar a este lado del Atlántico. A esto se suma que cientos de inmigrantes latinoamericanos que en su momento viajaron a Europa han decidido regresar a sus países de origen ante la difícil situación, lo cual podría presionar al alza los índices de desempleo en la región, los cuales rondan el 7.3% entre los principales países de la región.

Philippe Ardanaz, embajador de Francia en Honduras, resumió la situación y sus repercusiones al decir que “si Grecia se sale del euro se puede aguantar, pero si sale España, sería el fin del euro” y el futuro de la moneda única europea depende el futuro del progreso y crecimiento latinoamericano.