Investigaciones indican que la masacre fue cometida por compañeros de pandilla de los ahora occisos, porque no hay acceso del resto de la población penitenciaria a los módulos de las pandilla 18 y por la manera de muerte.
Los seis pandilleros muertos eran miembros de la Mara 18 (M-18), que estaban recluidos en uno de los cuatro módulos asignados a ese grupo en la denominada “cárcel de máxima seguridad”.
En este mismo penal, de mediana seguridad, en febrero de 2012 se registró un enfrentamiento entre miembros de grupos rivales que provocó la muerte de 44 presos que pelearon por el control del centro penitenciario, uno de los más sangrientos durante la década pasada en México.