Dos reclusos murieron y otros seis resultaron heridos en el amotinamiento. Las autoridades aseguraron que unos 72 reos pretendían fugarse de la principal cárcel de Honduras.
Los traslados fueron realizados a la cárcel conocida como “El Pozo”, en Ilama, Santa Bárbara y al centro penal conocido como “La Tolva”, en el municipio de Moroceli, El Paraíso.
La medida daría a los jueces en Luisiana la opción de sentenciar a alguien a castración quirúrgica después de ser condenado por ciertos delitos de abuso.
El recurso de exhibición personal correctivo fue motivado de oficio contra el entonces director del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y contra los directores.
Los expertos consideran que la separación de maras y pandillas en los centros penales de Honduras es un acierto, siempre y cuando exista vigilancia y control por parte de las autoridades penitenciarias a nivel nacional