El capo, quien fue capturado por primera vez en 1985, fue sentenciado a 40 años de cárcel por haber ordenado el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, sin embargo, en agosto de 2013, cuando llevaba 28 años compurgados, obtuvo su libertad debido a un tecnicismo legal.