Lo único que William Omar Bonilla y Dennis Alonso Martínez, ambos de 15 años, tienen en común es que, tras ser asesinados por desconocidos, nadie ha sido responsabilizado por sus muertes.
“Ser joven en Honduras es un factor de riesgo para ser víctima de la violencia”, enfatizó la directora del Observatorio de la Violencia, quien señaló además que el 54,8 % de los homicidios se suscitaron en la zona urbana y el 45,2 % en el área rural.
La coordinadora del Observatorio Nacional de la Violencia (ONV), Migdonia Ayestas, informó este jueves que a penas cuatro de cada 100 homicidios son investigados.