Por su parte, el Consejo de Seguridad Nacional surcoreano volvió a lamentar el ensayo norteño y subrayó de nuevo que estas pruebas “no ayudan a estabilizar la situación” en un momento delicado en la región, con el arranque de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín previsto en tres semanas y a dos meses de las presidenciales en Corea del Sur.
El líder norcoreano celebra su décimo aniversario al mando de un país que no tiene comida pero con un gigantesco arsenal que le da un lugar en el tablero geopolítico mundial.