Estos cinturones de pobreza albergan actualmente más de 17,000 familias, cada una con un mínimo de cinco miembros, según la CASM, organización que trabaja con estas poblaciones.
El 30% de los infantes que viven en el occidente del país padece desnutrición crónica debido a que su dieta se basa en maíz y frijoles, jugos y hasta sopas de vaso.