Redacción.
¿Te imaginas un escorpión tan grande como una persona adulta acostada? Pues ese es más o menos el tamaño que tenía un escorpión gigante que vivió hace unos 460 millones de años medía 1,70 metros.
Y lo especial no era sólo su gran tamaño; este animal, que parece sacado de una película de ciencia ficción, no habitaba la superficie de la Tierra sino que vivía en los mares. Es decir, era anfibio.
Científicos de Estados Unidos encontraron fósiles (restos petrificados) de este animal durante excavaciones en un cráter causado hace mucho tiempo por el impacto de un meteorito en el estado de Iowa.
El animal pertenece a una clase llamada euriptéridos o gigantostráceos: También se los conoce como escorpiones marinos, aunque en realidad ni siquiera están emparentados con los escorpiones que conocemos. Tampoco tenían aguijón.
El paleontólogo James Lamsdell y su equipo de científicos bautizaron a esta especie con el nombre de Pentecopterus. Es así como se llamaba un barco de guerra de la antigua Grecia.
Las patas traseras del Pentecopterus tenían forma de remo y le servían para desplazarse en el agua.
Los fósiles hallados están muy bien conservados y eso facilitará a los investigadores estudiarlos. Su descubrimiento fue publicado por la revista científica BMC Evolutionary Biology.
¿Te imaginas un escorpión tan grande como una persona adulta acostada? Pues ese es más o menos el tamaño que tenía un escorpión gigante que vivió hace unos 460 millones de años medía 1,70 metros.
Y lo especial no era sólo su gran tamaño; este animal, que parece sacado de una película de ciencia ficción, no habitaba la superficie de la Tierra sino que vivía en los mares. Es decir, era anfibio.
Científicos de Estados Unidos encontraron fósiles (restos petrificados) de este animal durante excavaciones en un cráter causado hace mucho tiempo por el impacto de un meteorito en el estado de Iowa.
El animal pertenece a una clase llamada euriptéridos o gigantostráceos: También se los conoce como escorpiones marinos, aunque en realidad ni siquiera están emparentados con los escorpiones que conocemos. Tampoco tenían aguijón.
El paleontólogo James Lamsdell y su equipo de científicos bautizaron a esta especie con el nombre de Pentecopterus. Es así como se llamaba un barco de guerra de la antigua Grecia.
Las patas traseras del Pentecopterus tenían forma de remo y le servían para desplazarse en el agua.
Los fósiles hallados están muy bien conservados y eso facilitará a los investigadores estudiarlos. Su descubrimiento fue publicado por la revista científica BMC Evolutionary Biology.