Los leones se reconocen mutuamente por su forma de rugir, pese a que estén a varios kilómetros de distancia uno del otro.
Eso quiere decir que no les hace falta ni siquiera tener contacto visual para saber dónde se encuentra un determinado miembro de su manada.
A esta conclusión llegó un equipo de científicos luego de investigar durante varios meses a unos 20 leones en la zona del río Okavango en Botsuana (África). Para ello, los investigadores grabaron los rugidos de los animales y luego observaron las reacciones de los felinos al escucharlas.
Se dieron cuenta, por ejemplo, de que los leones empezaban a buscar a un determinado miembro de su manada cuando escuchaban su rugido.
La facultad de identificar a los integrantes de un grupo es uno de los principales requisitos para desarrollar sociedades complejas, como la de los seres humanos. Por eso resulta sorprendente que esto se observe en animales como el león.
La investigación fue llevada a cabo por las universidades británicas de Nottingham y Sussex con el apoyo de una fundación de Botsuana y publicada en la revista especializada 'Biology Letters'.