El fascinante mundo del reciclaje

El procedimiento es algo complejo. Se necesitan grandes cantidades de agua y una enorme maquinaria

Alemania.

¿Qué ocurre con el papel que ya no necesitamos? Después de que lo depositamos en los contenedores de recolección de desechos reciclables se lleva a grandes fábricas que producen papel nuevo a partir del viejo. Para ello requieren de grandes cantidades de agua y una enorme maquinaria.

Leif Tolle trabaja en una fábrica de reciclaje de papel en Alemania, en la localidad de Huerth. Nos muestra cómo en los toneles de disolución se mezcla el papel viejo con mucha agua y algunas sustancias químicas que ayudan a romperlo en trocitos pequeños.

El siguiente paso se llama flotación. «Ahí se separan del papel las tintas con las que había sido impreso», explica Leif Tolle. Abre con cuidado un pequeño visor: en el interior se ve una pasta de papel negra, burbujeante y con espuma. En esa espuma queda la tinta. Al quitarla se puede obtener un papel reciclado más blanco, aunque suele quedar levemente amarillento, por lo que a veces se blanquea con otra sustancia química.

¿Y cómo se fabrica el nuevo papel? «En forma resumida: se exprime el agua de esa pasta, se prensa para darle la forma plana del papel y se seca», dice Leif Tolle. Claro que en realidad es un poco más complicado. Se requiere de una máquina gigantesca, con gran cantidad de rodillos y prensas que aplastan la pasta y ayudan a exprimir el agua. Es la máquina de papel.

Al final del proceso se termina de quitar toda la humedad del papel y se alisa. Todo ello a gran velocidad. A la salida de la máquina se enrolla el papel en grandes bobinas. El papel reciclado está listo para volver a ser utilizado.