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07:12 PM

Médico hondureño come en una esquina para no contaminar a su familia

  • 02 julio 2020 /

El doctor danlidense Daniel Alvarado se auto aisla cada vez que llega su casa.

Tegucigalpa.

La pandemia del coronavirus no da tregua y los médicos lo saben, es por ello que cada uno de ellos toma estrictas medidas para evitar contagiarse.

El caso del doctor hondureño Daniel Alvarado es un ejemplo del cuidado que hay que tener con el COVID-19, pero también del amor para proteger a su familia.

Y es que cada vez que llega a su casa después de estar largas horas en el hospital, el médico, que vive en la ciudad de Danlí, El Paraíso, se ubica en un rincón de su vivienda y allí se mantiene hasta que realiza un protocolo de limpieza.

Incluso, ese rincón se ha convertido en su comedor. Así lo compartió el propio doctor Alvarado en una publicación en Facebook.

'Al venir del hospital este rinconcito es mi comedor para evitar CONTAMINAR a mi familia. Ellos saben que NO deben acercarse hasta que hago todas las medidas de limpieza y seguridad... sin embargo el MIEDO es latente de hacer algo mal', escribió el médico hondureño.

El doctor recordó que el tiempo pasado era vida pues atrás se han dejado los días en los que podía salir con su familia a tomar un helado o al parque a ver jugar los niños.

Su publicación en la página Vivir Sano Danlí se volvío viral con casi 2,000 interacciones y más de 300 compartidas.

Los seguidores de la página le dejaron comentarios de aliento y admiración por el sacrificio que hace el médico hondureño.

Elsa Moncada escribió: 'Dios nos sacará de esto mi querido doctor, mis respetos y agradecimiento a usted por su gran labor y exponerse a esta pandemia por amor a sus pacientes, de verdad muchas gracias, Dios lo siguiera protegiendo y cuidando a usted y familia, bendiciones'.

Por su parte Narienn Osmara le comentó: 'Es muy noble lo que usted hace doctor'.

Definitivamente el doctor Daniel Alvarado y todos los médicos hondureños son héroes que merecen el cariño, respeto y respaldo del pueblo.

¡Gracias, doctor Daniel!