SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Una mala costumbre de la mayoría del sector automovilista, es pasar por alto el mantenimiento preventivo de su auto, lo que lo convierte en presa fácil de las reparaciones mayores que golpean sin piedad su bolsillo y casi siempre de forma inesperada.
Existen tres puntos de los vehículos que, si no son atendidos antes de fallar, podrían dañar tu economía y tambalearla de una manera nada agradable: el motor, la transmisión y los frenos.
En el primer caso, el del motor, la falla es conocida coloquialmente como “motor desbielado”, pues se refiere explícitamente a las bielas, que es un parte del motor que une a los pistones con el cigüeñal.
En este caso, para evitar una falla mayor e irremediable, debes prestar mucha atención a la lubricación del motor, con un buen aceite, de calidad y mantener una presión adecuada en referencia a las revoluciones de la máquina.
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Sin embargo, en este punto también es importante que la temperatura de las entrañas de tu coche esté muy bien nivelada, que no exceda de los 130ºC.

Muchos conductores desconocen que las revoluciones también juegan un papel importante, pues forzar la máquina en ese sentido es un arma sumamente peligrosa y sobre todo si esto se mantiene por tiempos prolongados.
Cuando se presenta esta avería, se requiere de una reparación mayor, muy costosa, pues se daña el cigüeñal, pistones, monoblock, en resumen, el motor queda inservible.
La reparación consiste en el desarmado completo del motor para evaluar los daños y su compostura suele ser muy costosa en motores de cuatro cilindros; puede incrementarse al doble la cifra a mayor cilindraje.
En el caso de la transmisión automática, casi nadie recuerda que es una parte sujeta a afinación periódica para proporcionarle una larga vida. Debes programar esta operación cada 90 mil kilómetros.
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El mecánico Ramiro Treviño explica que deben cambiarse cada cierto tiempo el aceite y filtro del auto, acción que no resulta económica, pero si no le das ese mantenimiento a tiempo, la reparación mayor te costaría más del doble.

Si de frenos de disco se trata, el mantenimiento preventivo consiste en cambio de balatas y rectificación de discos, lo cual se debe realizar cada 60 mil kilómetros.

Así que pon atención a cada una de las necesidades de tu automóvil para que después no te lamentes ante gastos altos inesperados.