Yelapa, Jalisco.
A este destino solo es posible llegar por agua. Esta característica ha hecho de la comunidad un destino íntimo, favorito entre los viajeros que anhelan desconectarse por completo y entregarse al descanso frente al Pacífico.
'Es en gran medida un sitio para aquellos que buscan explorar las zonas más remotas de todo Vallarta', considera Kris Roni, un californiano que vive desde hace siete años en México y vocero de Verana, uno de los hoteles boutique más bonitos del destino.
'Yelapa puede ser una tendencia como destino, pero conserva su pequeña sensación de pueblito', enfatiza.
Hasta su playa, lo mismo arriban propietarios de yates, que viajeros bohemios que privilegian los lugares relajados.
'Ha sido refugio de muchos artistas internacionales a quienes les gusta la privacidad', dice Ludwig Estrada, representante de la Secretaría de Turismo de Jalisco en Puerto Vallarta.
El pasatiempo favorito es gozar de la arena y el mar -coco helado en mano-, pero también hay quienes practican senderismo hacia las cascadas. Los lancheros ofrecen paseos hacia las Islas Marietas y otras playas de la zona como Pizota, las Ánimas y Quimixto.
'Puede ser familiar, en pareja o en solitario. Es muy tranquilo, hay poca gente que vive ahí, todos se conocen y son muy amables', comparte Beatriz Elizalde, una tapatía que viajó el destino el mes pasado.
Verano, por ser época de lluvias, se considera temporada baja y no es muy complicado conseguir un lugar para quedarse a dormir. Entre las alternativas de alojamiento destacan las cabañas del Hotel Lagunita, que tienen terraza o balcón con vista al océano, y las habitaciones de Hotel Casa Bahía Bonita, cercanas al mar.
El hotel Verana solo abre por temporada, del 1 de noviembre al 7 de junio, pero es uno de los favoritos entre las parejas por su ubicación, diseño y servicios: arropadas por la selva, sus habitaciones, alberca, jardines y spa, regalan vistas espectaculares de la bahía.
Qué probar
Además de los mariscos en los restaurantes de la playa, en Yelapa el antojo más popular son los pays, los hay de plátano, manzana y chocolate, entre otros. También es imperdible un trago de raicilla, un destilado de agave producido en la región, principalmente en San Sebastian del Oeste.
A este destino solo es posible llegar por agua. Esta característica ha hecho de la comunidad un destino íntimo, favorito entre los viajeros que anhelan desconectarse por completo y entregarse al descanso frente al Pacífico.
'Es en gran medida un sitio para aquellos que buscan explorar las zonas más remotas de todo Vallarta', considera Kris Roni, un californiano que vive desde hace siete años en México y vocero de Verana, uno de los hoteles boutique más bonitos del destino.
'Yelapa puede ser una tendencia como destino, pero conserva su pequeña sensación de pueblito', enfatiza.
Hasta su playa, lo mismo arriban propietarios de yates, que viajeros bohemios que privilegian los lugares relajados.
'Ha sido refugio de muchos artistas internacionales a quienes les gusta la privacidad', dice Ludwig Estrada, representante de la Secretaría de Turismo de Jalisco en Puerto Vallarta.
El pasatiempo favorito es gozar de la arena y el mar -coco helado en mano-, pero también hay quienes practican senderismo hacia las cascadas. Los lancheros ofrecen paseos hacia las Islas Marietas y otras playas de la zona como Pizota, las Ánimas y Quimixto.
'Puede ser familiar, en pareja o en solitario. Es muy tranquilo, hay poca gente que vive ahí, todos se conocen y son muy amables', comparte Beatriz Elizalde, una tapatía que viajó el destino el mes pasado.
Verano, por ser época de lluvias, se considera temporada baja y no es muy complicado conseguir un lugar para quedarse a dormir. Entre las alternativas de alojamiento destacan las cabañas del Hotel Lagunita, que tienen terraza o balcón con vista al océano, y las habitaciones de Hotel Casa Bahía Bonita, cercanas al mar.
El hotel Verana solo abre por temporada, del 1 de noviembre al 7 de junio, pero es uno de los favoritos entre las parejas por su ubicación, diseño y servicios: arropadas por la selva, sus habitaciones, alberca, jardines y spa, regalan vistas espectaculares de la bahía.
Qué probar
Además de los mariscos en los restaurantes de la playa, en Yelapa el antojo más popular son los pays, los hay de plátano, manzana y chocolate, entre otros. También es imperdible un trago de raicilla, un destilado de agave producido en la región, principalmente en San Sebastian del Oeste.
