Redacción
Aunque la mayoría de los consumidores tienen la atención puesta en el próximo Galaxy S8 y la serie S representa un importante componente en el negocio de Samsung, la serie S es solo una parte de la oferta tecnológica del fabricante surcoreano.
Además, el hecho de que todavía falten unos nueve meses para el debut del S8, le da la oportunidad a la compañía de ofrecer otros modelo para ocupar la atención de los compradores en tanto su teléfono estrella llega a las tiendas.
De esa forma, con el inicio de 2017, Samsung devela tres de sus dispositivos más nuevos: los teléfonos de la serie A.
Estes dispositivos, aunque muy similares en diseño, encuentran su identidad propia en términos de tamaño y especificaciones.
Los modelos de la serie A, de mayor a menor, comienzan con el A7, un teléfono de 5.7 pulgadas, pantalla con tecnología Super AMOLED, procesador de 8 núcleos de 1.9 Ghz, y cámara de 16 megapixeles, batería de 3,600 mAh, 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento.
En el rango medio de la línea viene el A5, que viene con una pantalla algo más pequeña que la de su hermano mayor, de 5.2 pulgadas, pantalla Super AMOLED y procesador de ocho núcleos de 1.9 GHz, cámaras de 16 megapixles, 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento. La diferencia con el A7, además del tamaño de la pantalla, es la capacidad de batería, que en este caso es de 3,000 mAh.
Por último, y ocupando en nivel bajo de la escala, viene el A3, con su pantalla de 4.7 pulgadas, pantalla Super AMOLED, procesador también de ocho núcleos, cámara trasera de 13 megapixeles y frontal de 8; cuenta con 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento, pero con batería de 2,350 mAh.
Los tres modelos cuentan con el estándar IP68 de protección contra el polvo y el agua y correrán con el sistema operativo Android 6.0.16 (Marshmallow).
