Tegucigalpa, Honduras.
Saylin Gabriela Colindres (de 14 años) se despidió de su madre para asistir a sus clases con la convicción de que en unas horas volverían a verse, pero no ocurrió así. La menor fue hallada sin vida y envuelta en una sábana ayer por la mañana.
La niña abordó el martes en horas del mediodía un bus junto a sus pequeñas hermanas en la colonia Monseñor Fiallos y a eso de la 1:00 pm ingresaron al centro de educación básica República de Argentina, en la quinta avenida de Comayagüela.
La estudiante del séptimo año recibió sus primeras dos clases, entre la 1:00 y la 2:55 pm.
Sonó el timbre. Saylin y sus compañeras se movilizaron desde el aula número 12, en el segundo nivel de la vetusta estructura para ir al aula 19, donde funciona el laboratorio de Ciencias Naturales. Como la cátedra duró 45 minutos, a las 3:40 pm, la adolescente solo esperaría que pasaran los 20 minutos de recreo para regresar a su casa.
El motivo de su temprana salida se debió a que la maestra que imparte las asignaturas programadas para esa hora (después de las 4:00) no asistió ese día a la escuela. Desde que Saylin Gabriela puso un pie fuera del establecimiento no se supo más de ella, hasta ayer por la mañana. “Mis otras dos niñas que también estudian allí me dijeron que Saylin había salido temprano”, contó en medio del dolor y las lágrimas Cyntia Palma, madre de Saylin.
“Solo sé por información del colegio que ella se fue con otra compañera y la gente me dice que se fue con una muchacha que se llama Hillary, pero no sé si es verdad, no me consta”.
El reloj marcó las 6:00 pm y la preocupación de la familia capitalina se acrecentó al no saber nada del paradero de la pequeña Saylin. La progenitora de la menor conduce un bus en el que traslada a feligreses de la iglesia evangélica a la que asisten y en el momento de hacer el recorrido, a eso de las 6:15 pm, pasó por su casa para ver si su niña ya había llegado, pero no era así. La angustiosa búsqueda comenzó ya caída la noche; sin embargo, no había una sola pista de la ubicación de Saylin, sin un número telefónico adónde llamarla, solo les quedaba esperar.
Saylin Gabriela Colindres (de 14 años) se despidió de su madre para asistir a sus clases con la convicción de que en unas horas volverían a verse, pero no ocurrió así. La menor fue hallada sin vida y envuelta en una sábana ayer por la mañana.
La niña abordó el martes en horas del mediodía un bus junto a sus pequeñas hermanas en la colonia Monseñor Fiallos y a eso de la 1:00 pm ingresaron al centro de educación básica República de Argentina, en la quinta avenida de Comayagüela.
La estudiante del séptimo año recibió sus primeras dos clases, entre la 1:00 y la 2:55 pm.
Sonó el timbre. Saylin y sus compañeras se movilizaron desde el aula número 12, en el segundo nivel de la vetusta estructura para ir al aula 19, donde funciona el laboratorio de Ciencias Naturales. Como la cátedra duró 45 minutos, a las 3:40 pm, la adolescente solo esperaría que pasaran los 20 minutos de recreo para regresar a su casa.
| La madre es consolada por una de sus familiares, afuera de Medicina Forense. Envió un mensaje de esperanza a los responsables del crimen: “Yo bendigo a esas personas”
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“Solo sé por información del colegio que ella se fue con otra compañera y la gente me dice que se fue con una muchacha que se llama Hillary, pero no sé si es verdad, no me consta”.
El reloj marcó las 6:00 pm y la preocupación de la familia capitalina se acrecentó al no saber nada del paradero de la pequeña Saylin. La progenitora de la menor conduce un bus en el que traslada a feligreses de la iglesia evangélica a la que asisten y en el momento de hacer el recorrido, a eso de las 6:15 pm, pasó por su casa para ver si su niña ya había llegado, pero no era así. La angustiosa búsqueda comenzó ya caída la noche; sin embargo, no había una sola pista de la ubicación de Saylin, sin un número telefónico adónde llamarla, solo les quedaba esperar.
La peor noticia
Alrededor de las 5:30 am de ayer, una llamada al 911 alertó sobre el hallazgo de un cadáver envuelto en sábanas en la subida del barrio El Chile. Doña Cyntia también fue avisada del suceso y se presentó a la zona, “yo tuve el presentimiento de que era ella”, dijo la madre. El cuerpo fracturado de la pequeña fue llevado a Medicina Forense donde posteriormente su rostro fue mostrado por medio de fotografías a Cyntia Palma, quien constató que se trataba de su hija Saylin Gabriel Colindres Palma.
La acongojada madre recordó que las últimas palabras que intercambió con su hija fueron: “Mamá, por qué a mí no me compró zapatos. No, mañana te voy a comprar a vos porque vos sos bien gustosa, le dije. Ella solo me quedó viendo con su mirada triste”.
Danzaba
“Saylin ya tenía alrededor de seis años de estar con nosotros en la iglesia, ella era parte de las danzarinas, una niña que le servía a Dios”, dijo el pastor del Ministerio Profético Avalancha Global, Iván Gallardo, iglesia a la que asistía Saylin. Aseguró que “no habíamos visto algún tipo de anomalías como para decir que la niña andaba en cosas malas, todo lo contrario, más bien estaba estudiando y sirviéndole a Dios”.
