San Pedro Sula, Honduras.
José Raúl Díaz Medina (27), alias Chepe Lora, excoordinador de los reclusos del Centro Penal Sampedrano, fue acribillado ayer junto a otro hombre.
La otra víctima, amigo de Chepe Lora, es Carlos Geovani Alvarado Alvarado (25).
El crimen ocurrió a eso de las 3:00 pm en el bulevar del este de San Pedro Sula, salida a La Lima en la intersecpción con la 14 avenida que conduce a la colonia Tepeaca, frente a la clínica periférica del Seguro Social.
Los ahora occisos viajaban en una camioneta negra Nissan X-Terra con placas PCG- 9816. El vehículo era manejado por Chepe Lora y se conducían por el carril que de La Lima va hacia el centro de San Pedro Sula. Cuando hacían el alto para girar a la izquierda en la 14 avenida fueron atacados a balazos por sus homicidas.
La Policía Nacional informó que Díaz Medina y Alvarado fueron interceptados por cuatro hombres armados que se conducían en dos automóviles, quienes se bajaron de los mismos y les dispararon. En la calle quedaron esparcidos más de 22 casquillos de fusil AK-47.
Alias Chepe Lora vestía pantalón de mezclilla azul claro y camisa del equipo de fútbol Barcelona. En la cintura portaba una pistola nueve milímetros.
Coordinador de reos
César Johnson, portavoz de la Policía en la zona norte, informó que José Raúl Díaz ingresó al presidio sampedrano el 16 de marzo de 2011 acusado de robo de vehículo, robo agravado continuado, portación ilegal de armas y asociación ilícita, pero recobró su libertad el 21 de mayo de 2014. Durante los tres años que estuvo preso fungió como coordinador de los reos del penal.
Fuentes policiales informaron que la camioneta en la que viajaban los ahora occisos está registrada a nombre de Yuli Karina Ramos Amaya, ultimada hace tres años y que presuntamente controlaba la venta y distribución de drogas en los barrios Sunseri y Cabañas.
Familiares de Chepe Lora dijeron que este residía en la colonia San Juan, sector Los Cármenes, y era padre de dos niños de seis y tres años.
Dueño de billares
Los padres de Carlos Geovani Alvarado que llegaron a la escena del crimen comentaron que su hijo tenía unos cuatro años de residir en Tegucigalpa adonde era propietario de una tienda de venta de celulares. Agregaron que esta semana el joven había llegado de la capital a visitar a su esposa y su hija que residen en El Progreso y que hace unos cuatro meses había instalado unos billares.
“Ay, me mataron a Geovani. Qué dolor tan grande”, lamentó llorando la madre del victimado. El padre del fallecido dijo que su hijo y José Raúl Díaz eran muy buenos amigos y que hace tiempo se conocían.
El móvil del doble crimen según la Policía es el pleito de bandas criminales rivales.
