Puerto Cortés. Luego de que los toxicólogos de Medicina Forense realizaran los análisis que comprobaron que los 2,098 kilos de droga decomisados dentro de láminas de tabla yeso, en un contenedor en la Empresa Nacional Portuaria (ENP), eran cocaína, las autoridades procedieron a incinerarlos.
La quema se llevó a cabo en los predios de la Base Naval en Puerto Cortés ante agentes de diferentes unidades de la Policía Nacional, fiscales del Ministerio Público, personal de Salud Pública y Procuraduría General de la República. También estuvieron presentes un juez con jurisdicción nacional, representantes de la Defensa Pública y el comandante de la Base Naval.
La droga llegó al país desde el muelle de Cartagena, Colombia, en varios contenedores que transportaban tabla yeso. El cargamento arribó el martes 28 de enero al muelle número tres de la ENP en Puerto Cortés.
Agentes de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI), fiscales adscritos a la Fiscalía contra el Crimen Organizado y miembros de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN) inspeccionaron el miércoles 29 los tres contenedores, lo que les llevó 16 horas, pero la droga solo se encontró en uno. Luego de contar el estupefaciente lo almacenaron en una bodega en la Base Naval hasta ayer, cuando lo sacaron para quemarlo.
Antes de incinerar la droga fue nuevamente inventariada y se le aplicó otra prueba para determinar el grado de pureza del alucinógeno.
Los toxicólogos de Medicina Forense utilizaron una sustancia química que confirmó que en verdad era cocaína pura.
Valor real
El juez con jurisdicción nacional informó que los 2,098 kilos de cocaína están valorados en 451,600,000 lempiras; detalló que cada kilo cuesta en el mercado 10,000 dólares.
El barco que transportaba el contenedor desde Cartagena, Colombia, hizo escala en puerto Manzanillo, Panamá, antes de llegar a Puerto Cortés, donde finalmente, tras la alerta de la Policía de Colombia y la DEA, fue detectado por autoridades hondureñas. El cargamento venía a una empresa en 7 calle, 8 y 9 y avenidas, barrio Guamilito, de San Pedro Sula. Según lo informado por la Policía se trata de una empresa de fachada que no aparece registrada.
El comisionado Raúl René Aguilar Mazzoni, inspector regional noratlántico, señaló que la Policía Nacional presenció la quema del alucinógeno, como dicta el proceso.
“Se hizo el peritaje de la droga decomisada en días anteriores y se comprobó su pureza”, manifestó el jefe policial.
