Un alto ejecutivo hondureño de una empresa de telecomunicaciones se declaró ayer inocente de haber pagado más de medio millón de dólares en sobornos a funcionarios del Gobierno de Honduras.
El Gobierno de Estados Unidos acusa a Manuel Cáceres y al colombiano-estadounidense Jorge Granados de pagar los sobornos para obtener contratos y conseguir reducciones de tarifas de la estatal Empresa Hondureña de Telecomunicaciones, Hondutel.
Cáceres era vicepresidente de desarrollo empresarial y Granados era ex director general de LatiNode, una firma de telecomunicaciones con sede en Estados Unidos.
Durante una breve audiencia judicial frente al juez federal John O’Sullivan, Cáceres dijo que es inocente. Está detenido desde el 21 de diciembre y se enfrenta también a acusaciones de lavado de dinero.
En la audiencia de menos de cinco minutos, que había sido postergada en varias oportunidades, estuvieron presentes el abogado de Cáceres, Hugo Rodríguez, y la fiscal federal Amanda Aikman.
Cáceres, de cabellera y bigotes oscuros, se veía tranquilo.
Vestido con camisola y pantalón de presidiario de color beige, estaba esposado y llevaba auriculares en sus oídos para escuchar la traducción al español de la audiencia, que se llevó a cabo en inglés.
Si son encontrados culpables, Cáceres y Granados podrían enfrentarse a condenas de más de 20 años de prisión y tendrían que pagar multas equivalentes a varios cientos de miles de dólares.
Cáceres, residente permanente de Estados Unidos, deberá presentarse nuevamente ante un juez el jueves. En esa oportunidad, el magistrado determinará si le concede la libertad bajo fianza o no.
En una audiencia anterior, la defensa de Cáceres le informó al juez que había llegado a un acuerdo con la fiscalía para que su cliente fuera liberado bajo fianza. Los nombres de las personas que habrían recibido los sobornos no aparecen en la demanda.
En abril de 2009, LatiNode aceptó ante un tribunal de Miami su responsabilidad en el pago de un soborno por 1.09 millones de dólares a funcionarios hondureños.
