San Pedro Sula, Honduras.
Seis estadounidenses que llegaron al país el pasado 5 de mayo buscando apoyar a la alcaldía de Ahuás, departamento de Gracias a Dios, para realizar labores de limpieza en el río, permanecen detenidos en la cárcel de Puerto Lempira.
Los extranjeros ingresaron en un buque con bandera de la organización Aqua Quest, por la laguna de Caratasca.
Héctor Caballero Espinoza, comandante de la Fuerza Naval de Honduras (FNH), informó que a su arribo en el puerto de la Base Naval en la Barra de Caratasca, se les informó a los extranjeros que debía realizarse una inspección a la embarcación.
“Se hizo la inspección y se descubrieron cincos armas de fuego, entre ellas una AK 47, dos pistolas y dos escopetas. No tenían permisos de portación, ni ninguna autorización de poder portar armas en nuestro territorio”, apuntó el comandante de la Fuerza Naval.
Tras la detención los seis extranjeros fueron llevados a Puerto Lempira, donde fueron puestos a la orden de las autoridades policiales.
“Recibimos a los detenidos que remitieron los elementos de la Fuerza Naval de Caratasca y, como corresponde, fueron puestos a la orden del Ministerio Público. A ellos se les acusó por el delito de portación ilegal de armas. Fueron presentados ante un juez y en audiencia inicial se les dictó auto de formal procesamiento”, indicó Rafael Antonio Rodríguez Puerto, Jefe de la Policía en Gracias a Dios.
Desde entonces los extranjeros guardan prisión en Puerto Lempira, pero su situación ha generado la reacción de la organización Aqua Quest Films, la compañía de Florida, Estados Unidos, para la que laboran los detenidos.
En un comunicado que publicó en la cuenta de Facebook la compañía informan que el capitán del barco desde la cárcel informó que las armas que llevaban a bordo eran para garantizar la protección personal frente a posibles atacantes.
“Es un suicidio no llevarlas”, dijo Robert Mayne, uno de los estadounidenses detenidos. Michael MacCabe, miembro de la tripulación pero que no fue detenido, dijo a medios internacionales que sus compañeros no cuentan con una buena alimentación y las condiciones donde se encuentran recluidos no son las más adecuadas.
Se conoció que un senador republicano de Pesilvania ha tratado de intervenir en el caso, pero sin éxito.
Seis estadounidenses que llegaron al país el pasado 5 de mayo buscando apoyar a la alcaldía de Ahuás, departamento de Gracias a Dios, para realizar labores de limpieza en el río, permanecen detenidos en la cárcel de Puerto Lempira.
Los extranjeros ingresaron en un buque con bandera de la organización Aqua Quest, por la laguna de Caratasca.
Héctor Caballero Espinoza, comandante de la Fuerza Naval de Honduras (FNH), informó que a su arribo en el puerto de la Base Naval en la Barra de Caratasca, se les informó a los extranjeros que debía realizarse una inspección a la embarcación.
“Se hizo la inspección y se descubrieron cincos armas de fuego, entre ellas una AK 47, dos pistolas y dos escopetas. No tenían permisos de portación, ni ninguna autorización de poder portar armas en nuestro territorio”, apuntó el comandante de la Fuerza Naval.
Tras la detención los seis extranjeros fueron llevados a Puerto Lempira, donde fueron puestos a la orden de las autoridades policiales.
“Recibimos a los detenidos que remitieron los elementos de la Fuerza Naval de Caratasca y, como corresponde, fueron puestos a la orden del Ministerio Público. A ellos se les acusó por el delito de portación ilegal de armas. Fueron presentados ante un juez y en audiencia inicial se les dictó auto de formal procesamiento”, indicó Rafael Antonio Rodríguez Puerto, Jefe de la Policía en Gracias a Dios.
Desde entonces los extranjeros guardan prisión en Puerto Lempira, pero su situación ha generado la reacción de la organización Aqua Quest Films, la compañía de Florida, Estados Unidos, para la que laboran los detenidos.
En un comunicado que publicó en la cuenta de Facebook la compañía informan que el capitán del barco desde la cárcel informó que las armas que llevaban a bordo eran para garantizar la protección personal frente a posibles atacantes.
“Es un suicidio no llevarlas”, dijo Robert Mayne, uno de los estadounidenses detenidos. Michael MacCabe, miembro de la tripulación pero que no fue detenido, dijo a medios internacionales que sus compañeros no cuentan con una buena alimentación y las condiciones donde se encuentran recluidos no son las más adecuadas.
Se conoció que un senador republicano de Pesilvania ha tratado de intervenir en el caso, pero sin éxito.
