Tegucigalpa, Honduras.
Una llamada anónima condujo a la Policía para dar con la responsable de haber lanzado a su hija recién nacida a un pozo malacate en la aldea San Pedro, Catacamas, Olancho.
Belkis Mendoza Cáceres (32) fue capturada en un operativo por agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) en un punto de la aldea antes mencionada.
La encausada ya fue puesta a la orden de la Fiscalía de Catacamas para que se le instruya un proceso ante el juzgado competente por parricidio en perjuicio de su hija.
Según la información preliminar que recibió la Policía, el pasado fin de semana dio a luz a una niña y sin que nadie se diera cuenta la lanzó a un pozo malacate ubicado en un predio en el que funcionó un aserradero, donde fue descubierto por unos niños que buscaban leña.
Los menores reportaron a las autoridades que del agujero se desprendía un mal olor, por lo que inspeccionaron y confirmaron que se trataba del cadáver de un recién nacido.
Con apoyo de los bomberos rescataron el cuerpecito y por disposición del fiscal de turno Gustavo Varela fue trasladado a la morgue de la capital.
Entretanto, agentes de la DNIC empezaron las investigaciones del caso y minutos más tarde lograron capturar a la responsable del hecho gracias a la colaboración de testigos.
Una llamada anónima condujo a la Policía para dar con la responsable de haber lanzado a su hija recién nacida a un pozo malacate en la aldea San Pedro, Catacamas, Olancho.
Belkis Mendoza Cáceres (32) fue capturada en un operativo por agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) y de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI) en un punto de la aldea antes mencionada.
La encausada ya fue puesta a la orden de la Fiscalía de Catacamas para que se le instruya un proceso ante el juzgado competente por parricidio en perjuicio de su hija.
Según la información preliminar que recibió la Policía, el pasado fin de semana dio a luz a una niña y sin que nadie se diera cuenta la lanzó a un pozo malacate ubicado en un predio en el que funcionó un aserradero, donde fue descubierto por unos niños que buscaban leña.
Los menores reportaron a las autoridades que del agujero se desprendía un mal olor, por lo que inspeccionaron y confirmaron que se trataba del cadáver de un recién nacido.
Con apoyo de los bomberos rescataron el cuerpecito y por disposición del fiscal de turno Gustavo Varela fue trasladado a la morgue de la capital.
Entretanto, agentes de la DNIC empezaron las investigaciones del caso y minutos más tarde lograron capturar a la responsable del hecho gracias a la colaboración de testigos.
