Tegucigalpa, Honduras.
A la Penitenciaría Nacional de Támara fue enviado ayer Francisco Antonio Obando Torres, cajero general de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), acusado por un desfalco de más de tres millones de lempiras.
En audiencia de declaración de imputado, celebrada en los Juzgados de Letras de lo Penal, la Fiscalía de Delitos Comunes formalizó la acusación en contra del funcionario sospechoso de cometer 16 delitos de falsificación de documentos y 14 de malversación de caudales públicos en perjuicio de la máxima casa de estudios.
Según la acusación del Ministerio Público, Obando habría malversado unos 3.6 millones de lempiras de los ingresos que obtenía a diario la Universidad.
Modus operandi
En el expediente judicial se detalla que la investigación fue iniciada por el personal de la Universidad cuando detectaron algunas anomalías en los documentos de depósitos que se hacían en la cuenta del Banco Central de Honduras (BCH).
Supuestamente, Obando escribía en letras la cantidad que depositaría y en el espacio de los números, específicamente al lado izquierdo, dejaba un espacio en blanco para después adulterarlo.
Después de que hacía el trámite en el banco, adulteraba el monto de lo verdaderamente depositado. Ricardo Castro, fiscal encargado del caso, ejemplificó que si Obando recibía del resto la cantidad de 320 mil lempiras de cajeros, “depositaba 20 mil lempiras y se quedaba con los 300 mil, luego adulteraba la boleta como si había depositado todo el dinero”.
El martes será la audiencia inicial en la que la Fiscalía y los abogados de la Unah presentarán las pruebas en contra de Obando Torres.
A la Penitenciaría Nacional de Támara fue enviado ayer Francisco Antonio Obando Torres, cajero general de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), acusado por un desfalco de más de tres millones de lempiras.
En audiencia de declaración de imputado, celebrada en los Juzgados de Letras de lo Penal, la Fiscalía de Delitos Comunes formalizó la acusación en contra del funcionario sospechoso de cometer 16 delitos de falsificación de documentos y 14 de malversación de caudales públicos en perjuicio de la máxima casa de estudios.
Según la acusación del Ministerio Público, Obando habría malversado unos 3.6 millones de lempiras de los ingresos que obtenía a diario la Universidad.
Modus operandi
En el expediente judicial se detalla que la investigación fue iniciada por el personal de la Universidad cuando detectaron algunas anomalías en los documentos de depósitos que se hacían en la cuenta del Banco Central de Honduras (BCH).
Supuestamente, Obando escribía en letras la cantidad que depositaría y en el espacio de los números, específicamente al lado izquierdo, dejaba un espacio en blanco para después adulterarlo.
Después de que hacía el trámite en el banco, adulteraba el monto de lo verdaderamente depositado. Ricardo Castro, fiscal encargado del caso, ejemplificó que si Obando recibía del resto la cantidad de 320 mil lempiras de cajeros, “depositaba 20 mil lempiras y se quedaba con los 300 mil, luego adulteraba la boleta como si había depositado todo el dinero”.
El martes será la audiencia inicial en la que la Fiscalía y los abogados de la Unah presentarán las pruebas en contra de Obando Torres.
