San Pedro Sula, Honduras.
Fue un show nunca antes visto en la ciudad y la estrella fue la brillante actriz francesa Laure Bontaz. Sencillamente magistral.
Los tiempos de glamur francés, los aires parisinos al estilo Moulin Rouge y el exotismo de la vida de cabaret fueron llevados al escenario por esta talentosa rubia de curvas y atributos envidiables que llegó a la ciudad gracias a la Alianza Francesa.
El oropel, las plumas, la seducción, el canto, el histrionismo e indudablemente la belleza de la protagonista hizo que el monólogo encantara de principio a fin. No dejó aplausos para nadie. Se los robó todos y se llevó más que eso, ovaciones de pie y la admiración del público.
En el Centro Social Hondureño Árabe hizo su única presentación que reflejó la vida de la mujer francesa en diferentes etapas y momentos, siendo la obra Laurette de Paname, un compendio de sensaciones desde las más realistas y sarcásticas hasta lo crudamente divertido. Eso sí, todo en francés.
De hecho, su principal cómplice en la trama fue Guillermo Orellana Bahr, quien ruborizado en el escenario hizo que Laurette le pusiera aun más sazón a su estelar presentación.
Laure Bontaz tiene todos los méritos para ser grande. Escribió, creó, puso en escena e interpretó con total seducción su personaje en una afmósfera de asombro y sofisticación al mejor estilo de un cabaret de París. Después de una hora de show los sampedranos querían más y la felicitaron mientras se celebraba un coctel.
Fue un show nunca antes visto en la ciudad y la estrella fue la brillante actriz francesa Laure Bontaz. Sencillamente magistral.
Los tiempos de glamur francés, los aires parisinos al estilo Moulin Rouge y el exotismo de la vida de cabaret fueron llevados al escenario por esta talentosa rubia de curvas y atributos envidiables que llegó a la ciudad gracias a la Alianza Francesa.
El oropel, las plumas, la seducción, el canto, el histrionismo e indudablemente la belleza de la protagonista hizo que el monólogo encantara de principio a fin. No dejó aplausos para nadie. Se los robó todos y se llevó más que eso, ovaciones de pie y la admiración del público.
En el Centro Social Hondureño Árabe hizo su única presentación que reflejó la vida de la mujer francesa en diferentes etapas y momentos, siendo la obra Laurette de Paname, un compendio de sensaciones desde las más realistas y sarcásticas hasta lo crudamente divertido. Eso sí, todo en francés.
De hecho, su principal cómplice en la trama fue Guillermo Orellana Bahr, quien ruborizado en el escenario hizo que Laurette le pusiera aun más sazón a su estelar presentación.
Laure Bontaz tiene todos los méritos para ser grande. Escribió, creó, puso en escena e interpretó con total seducción su personaje en una afmósfera de asombro y sofisticación al mejor estilo de un cabaret de París. Después de una hora de show los sampedranos querían más y la felicitaron mientras se celebraba un coctel.
