05/05/2024
08:51 AM

Roberto Elvir Zelaya, un arquitecto que embelleció la ciudad sampedrana

  • 02 octubre 2023 /

El nuevo modelo del Parque Central de SPS fue una de sus obras diseñadas más icónicas, pero de igual forma maquetó el de Puerto Cortés, Choloma y San Antonio de Cortés, entre otros

REDACCIÓN. Una fresca e ideal tarde cubría a la Ciudad de los Zorzales, la residencia de don Roberto Elvir Zelaya, rodeada por árboles, era el lugar perfecto para conversar sobre historia, pero no cualquier memoria, sino que una que abarca la San Pedro Sula de antaño, esa ciudad que creció arquitectónicamente con personajes que está próximo a conocer.

Con una cálida bienvenida y con una exquisita taza de café con pan comenzó la amena entrevista, don Roberto respondió cada pregunta sobre la historia con tanta fluidez, que parecía que esos relatos habían acontecido ayer.

Antes de empezar, vale destacar que Roberto Elvir Zelaya es un arquitecto paisajista, gestor cultural y escritor, también dio clases en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula por aproximadamente 30 años. Además, fue catedrático de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales (ESNACIFOR) y del Zamorano.

1) ¿Qué característica profesional ha sido parte de la vida de Roberto Elvir Zelaya?

Hay algunas particularidades de mi vida que no son comunes acá, por ejemplo, ser la única persona que se ha graduado como arquitecto paisajista y que ha mantenido vida la profesión durante tantos años, desde 1967 hasta la fecha. Lo cual me ha dado la oportunidad de trabajar en diferentes campos como: el cultural, científico, urbanístico, arquitectónico y sociológico; más una especialidad en parques que me han permitido recorrer todo el territorio hondureño construyendo parques para ciudades importantes. Esa es mi principal característica profesional.

2) ¿Qué cargos laborales tuvo en las entidades públicas como la Municipalidad o el Gobierno?

Yo inicié mi profesión aquí en Honduras en el año 1967, pero fracasé, entonces me fui a vivir a EUA. Allá trabajé con la Municipalidad de Houston como planificador de parques, en el Departamento de Parques y Bulevares de la ciudad mencionada, allí estuve tres años, luego regresé a Honduras y con el lic. José Fernández Guzmán, inicié mi carrera profesional aquí como arquitecto planificador de la ciudad liderando el área de urbanismo e iniciando el proyecto de arborización en SPS, lo que se realiza a lo largo de cinco décadas que estuve al servicio de la Municipalidad en diferentes épocas.

Me tocó darle continuidad, o mejor dicho, desengavetar los proyectos del arquitecto Enrique Cervantes de México, así como el Plan Regulador de SPS. Eso fue la base para iniciar la labor que pude proyectar durante toda mi vida, a pesar que ese Plan Regulador estaba obsoleto, pero fue una excelente referencia para comenzar un trabajo de planeamiento urbano.

Luego de su remodelación, el Palacio Municipal de San Pedro Sula conservó por unos años el paso vehicular por el frente.

3) De los proyectos de urbanización que hizo en SPS, ¿cuáles nos puede desglosar?

Como director de Planeamiento Urbano me compete toda la ciudad, y el urbanismo lo desarrollamos en todo el plano urbano. Vi crecer el anillo de Circunvalación de SPS, que lo inició el ingeniero Amilcar Gómez Rovelo en 1949 y se terminó en 2002 cuando vino el papa Juan Pablo II y que le pusieron su nombre en homenaje a su visita.

También vi proyectar a SPS sus ejes viales hacia el plano interno del plano regulador y vi crecer tantas urbanizaciones alrededor del anillo de Circunvalación de una forma desorganizada porque el plano de este anillo destruyó el crecimiento prolongado de las calles de la ciudad, provocando un derrame de urbanizaciones desorganizadas que todavía lo estamos viendo, eso ya es irreversible.

He visto crecer la ciudad con todos sus bulevares proyectados hacia el norte, con el nombre de Felipe Zelaya hacia el este, como el bulevar de La Lima hacia el sur, bulevar Cabañas hacia el oeste y el bulevar Antonio Peraza, y todas las áreas que competen estos lugares.

He visto las tragedias de SPS, como el huracán Fifi. Fue un desastre natural impresionante, yo trabajaba en la Municipalidad y me tocó asistir, y de igual forma el Mitch.

Vi crecer e incorporarse al plano urbano de la ciudad a todas sus aldeas: Cofradía, Armenta, Río Blanco, El Carmen, Calpules, Arenales, La Lima, Armenta y Chamelecón. Convirtiendo a San Pedro en una ciudad metropolitana.

El crecimiento de los parques industriales y la construcción de edificios históricos fue notoria, los planos de esos edificios como el del Banco Atlántida pasó por mis manos para su aprobación en su momento, de manera que sí tengo un recuerdo vivo de casi toda la infraestructura de SPS.

El anuncio previo a la construcción del Banco Atlántida. Nótese que ya existía el Gran Hotel Sula.

En 1949 vi cuando destruyen la iglesia de la ciudad, para iniciar la construcción de la nueva catedral. He visto crecer los estadios, el Olímpico, por ejemplo. Fui testigo de la donación que hizo la Azucarera Hondureña al ingeniero Jerónimo Sandoval para la construcción del Olimpico, que lo terminó desarrollando el alcalde de ese entonces, el ingeniero Luis Mejía Bustamante.

Tuve la oportunidad de ser el arquitecto para construir el estrado y recibir al papa Juan Pablo II, un bonito estrado que fue reconocido como uno de los mejores estrados que se la ha dado al Papa para su recibimiento.

Aparte, vi el desprendimiento de La Lima como municipio, al cual yo me oponía, pero no formaba parte de los encargados de tomar la decisión, aunque creo que no era el momento adecuado.

Vi el desarrollo y desempeño de cada alcalde desde 1971 hasta la fecha. Hubo grandes personas que hicieron crecer a SPS.

4) ¿Qué personas aportaron en gran medida a esta ciudad?

Nunca trabajé con los gobiernos nacionalistas, no fui del agrado de ellos, por lo tanto me sustituían. Entonces, solo puedo dar fe del trabajo de los alcaldes liberales.

Entre ellos quiero reconocer a José Fernández Guzmán, a Juan Fernando López, quien considero que fue el mejor alcalde que ha tenido SPS de los que conocí. Además, al ingeniero Roberto Larios Silva que salvó a esta ciudad con la construcción de bordos, de las futuras tragedias que vendrían después del Fifi.

Jerónimo Sandoval Sorto que se le debe mucho también en la recuperación de los derechos de vía de la ciudad y la pavimentación de SPS, sobre todo en las zonas marginales.

Ya en el aspecto social, la construcción de edificios de educación como el Josefa Lastiri Morazán, el Instituto José Trinidad Reyes, el anterior y el nuevo. Una obra monumental dirigida por la administración de Jerónimo Sandoval. Otro elemento es el Museo de SPS, en el cual hizo una buena aportación el alcalde Guillermo Guillén (1994-1997).

5) ¿Qué lugares emblemáticos de SPS destaca?

Desafortunadamente SPS no fue una ciudad importante durante la colonia; yo creo que el primer intento para tener algo importante para SPS fue el 1900 cuando el alcalde Barahona, de nacionalidad salvadoreña hizo el Parque central.

Pero en realidad no existen en SPS monumentos que nos den a nosotros una señal de que aquí hubo un desarrollo cultural durante la colonia. La iglesia de SPS que se construyó en 1900, era una hermosa iglesia gótica, fue demolida para construir esta catedral.

El único elemento que tenemos es un pedestal que está en el Bulevar Morazán, que no data de la época de la colonia porque fue construido en la celebración del aniversario 400 de esta ciudad.

En el aspecto arquitectónico no tenemos obras de trascendencia histórica, toda se desarrolla desde el año 1900 hasta la actualidad con constructores y arquitectos anónimos que han dejado edificios significativos, sobre todo en la calle del comercio de la tercera avenida.

El desarrollo de infraestructura arquitectónica se inicia con la llegada del arquitecto Héctor Bustillo Oliva, quien venía de graduarse de Europa. Él inició una gran cantidad de obras que aún prevalecen en la ciudad y que deberían ser consideradas monumentos como el Palacio Municipal, la Escuela Francisco Morazán, la Droguería Nacional y el Casino Sampedrano que se terminó perdiendo lastimosamente.

La calle del comercio en SPS, en los años 70.

6) Sobre el proceso de sembrar árboles a lo largo de la ciudad para embellecerla, ¿cómo fue esa etapa de arborización y cuánto tiempo le llevó?

Ese es un trabajo muy personalizado, nunca estuvo enmarcado en el plan de trabajo de ninguno de los alcaldes ni arquitectos. Empezamos de cero, construimos un pequeño vivero en el Parque Las Palmas, empezamos por adiestrar a la gente ya que no había presupuesto.

Teníamos que trabajar con las uñas, comenzamos y llenamos las calles y avenidas de Guamilito, de manera que se fue cubriendo tres cuartas partes partes de la ciudad, en diferentes períodos, cinco para ser específicos.

Lo importante de este proyecto es que se hizo en silencio porque no era un proyecto que se podía ver a futuro, excepto yo. Cuando sembrábamos los árboles estaba viendo la ciudad a futuro, ahora ustedes lo disfrutan en el presente, en un proceso que duró un aproximado de 45 años.

Fueron varias personas que colaboraron, con este proyecto se creó la necesidad de tener una ciudad arborizada con una paleta de colores que adornaran la ciudad durante todo el año. Parte de los árboles que se utilizaron fueron importados de diferentes partes del mundo.

El proyecto se elevó al grado de ser reconocido internacionalmente, como uno de los mejores proyectos a nivel mundial, por la Selección de Proyectos de Paisajistas Internacionales, una casa americana editora.

7) ¿Qué debe hacer el Gobierno a través del sistema educativo para continuar con estos proyectos a largo plazo?

Cuando yo empecé esto en San Pedro Sula, habían unos siete barrios: El Benque, Guamilito, Medina, Concepción, Barandillas, y comenzaba el bulevar Lempira y atrás Paz Barahona. Creo que habían solo cinco o seis escuelas públicas. Lo que yo recomendaría es que se introduzca en las escuelas la cátedra de Ambiente y Ecología para poder conocer nuestro medio, mientras no lo conozcamos, no lo aprenderemos a respetar.

Yo inicié el proyecto del Jardín Botánico Pérez Estrada que ahora está en el Ocotillo, con la recuperación de un terreno municipal e invité a uno de los mejores botánicos del mundo. Cuando él vio el terreno me dijo: “Arquitecto, este es el único acueducto que queda en el Valle de Sula, de lo que era la flora en ese valle, ¡cuídelo!”. Se cuidó de alguna forma, pero el proyecto no continuó, ojalá se le dé la importancia que merece.

8) ¿En qué ha mejorado SPS hasta la actualidad?

SPS ha mejorado desde los años 50 para acá porque antes de esos años no hubo un desarrollo en la ciudad. Si nos damos cuenta SPS fue fundada en el siglo XVI, en 1500. Pero nunca llegó a hacer un punto importante de la colonia.

Ya en los años 60 vinieron varios arquitectos de distintas partes del mundo, de Brasil, de EUA, México y otros países de América. Comienza a formarse un grupo profesional y a recalar que reviva la ciudad en el sentido arquitectónico. Puedo mencionar entre ellos a Ricardo Bográn, Enrique Rivera y Nicolás Miselem. No éramos muchos, pero después de eso se fundó la Escuela de Arquitectura en SPS, de la cual fui fundador y director. A raíz del crecimiento poblacional de arquitectos, SPS cambió su desarrollo y sigue su proceso de transformación.

9) Evocando la nostalgia del SPS del ayer, ¿qué es lo que más extraña de antes?

La sociedad. Una sociedad en la que no había tantas diferencias. Claro, había pobres y ricos, pero no había ese exhibicionismo que ha roto las tradiciones y las culturas urbanas que se ha convertido en leyendas urbanas. Tengo que reconocer que el gran crisol de la ciudad nuestra lo hicieron dos institutos, el Instituto José Trinidad Reyes y el San Vicente de Paúl, ya después La Salle.

Todos esos muchachos que con la misma condición social crearon una sociedad heterogénea que ahora prevalece en SPS, pero también prevalecen las diferentes clases sociales que antes no existían y eso es lo que más extraño. Olvidar el pasado es como olvidar los apellidos de nuestros ancestros, no debemos ni podemos.

10) Para cerrar la entrevista, ¿qué mensaje le mandaría a la audiencia que ve esta entrevista?

Tenemos que vivir orgullosos de SPS porque esta ciudad ha sido particular. Aunque no tengamos un pasado glorioso, sí tuvimos a Cicumba que fue un cacique a la altura de Lempira y no lo hemos honrado. Hemos tenido personalidades en el desarrollo de esta ciudad. Hemos tenido momentos históricos que podrían ser estudiados y reconocidos.

Pero hay algo que no tenemos, y yo insisto mucho en ello; no tenemos nuestra historia escrita, no lo hay en SPS. Tenemos algunos documentos escritos por Gonzalo Luque y una historia de SPS escrita por Rodolfo Pastor. Una relación de cuentos en mis escritos. Pero no hay un texto que nos narre la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta estos días.

Yo quiero invitar al señor alcalde Roberto Contreras, y a las fuerzas intelectuales de SPS para que la historia se escriba. Personas como yo podemos ayudar un poco, no quedamos muchos. Y los que quedan quedarán investigando y no es fácil conseguir los elementos históricos que haberlos relatado en vida.

Gracias sampedranos por escuchar mi consejo y gracias autoridades de esta ciudad. Gracias sampedranos por cuidar a SPS, ¡nuestra San Pedro Sula, nuestra ciudad!