San Pedro Sula, Honduras.
La viceministra de Seguridad en el despacho de Prevención,
Alejandra Hernández, explicó que los centros de alcance son modelos para replicar.
Más de 38 mil jóvenes de zonas afectadas por la violencia se han beneficiado con los Centros de Alcance Juveniles en todo el país. Actualmente hay 66 centros y se construirán otros tres para seguir atendiendo las zonas vulnerables.
La red se fortalecerá gracias al convenio de cooperación firmado por el gobierno y la Fundación Nacional para el Desarrollo de Honduras (Funadeh) por un monto de 12 millones 837 mil lempiras con un aporte gubernamental de 8,3 millones de lempiras y 4,4 millones de Funadeh junto a otros aliados.
Con esos recursos se abrirán tres nuevos centros de alcance por un monto de L 350,000 cada uno, se reforzará el equipamiento de los 66 ya existentes con L50,000 cada uno y L 10,000 adicionales para reparaciones menores, pintura y otros.
| Los Centros de Alcance son una alternativa comunitaria para jóvenes y así buscar la inserción en el mercado laboral.
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“Hemos traído invitados nacionales, internacionales, empresarios, gobierno, para visitar los centros de alcance y luego como un semillero se han multiplicado”, dijo.
Los centros están ubicados estratégicamente en siete ciudades del país: San Pedro Sula, Choloma, La Lima, La Ceiba, Tela, Distrito Central y Puerto Lempira, actualmente bajo la gestión de Funadeh a través del proyecto Generando Emprendedores y Sinergias Sostenibles (Génesis).
Aportes. Durante el periodo 2015-2017, el gobierno apoyó a los centros con financiamiento y equipo. Los centros están en zonas con alto índice de violencia donde imparten a los jóvenes formación integral.
En 2014 recibieron 20 millones de lempiras de fondos provenientes del comité técnico del fideicomiso de la Tasa de Seguridad a través de Creative Associates International, adicionalmente en noviembre de 2015 se firmó una extensión para ese programa, lo que permitió que en enero de 2016 los centros de alcance recibieran cinco millones de lempiras provenientes de los fondos de la OABI y cinco millones más del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
