Desde hace cuatro meses, la Fiscalía del Ambiente asegura que ha estado investigando la Científicos ingleses y un canadiense han hecho estudios donde alertan que si sigue la tala, los daños al ambiente serían severos para los ecosistemas. El tapir desaparecerá en cinco años si su hábitat sigue siendo destruido.
Según informes revelados, el 30% de la zonas vulnerables, como las cuencas, están en peligro.
La Fiscalía del Ambiente anunció que hará un operativo con Fuerzas Armadas y Policía de Investigación para detener a taladores ilegales a quienes ha identificado desde hace tiempo.
El Ministerio Público asegura que ya habían hecho inspecciones en las que se identificaron a las personas dedicadas al negocio ilícito en El Merendón.
Según constataron, no solo los cultivos de café afectan el ecosistema en la zona, sino que la venta ilegal de madera tiene grandes alcances.
“Ya está avanzado el expediente. Han identificado a las personas dedicadas a esta actividad ilegal. Están sacando madera en grandes cantidades del sector. No se detuvieron antes porque se tiene que ir con más elementos por seguridad”, dijo Elvis Guzmán, vocero del Ministerio Público.
Las personas dedicadas a la tala ilegal se encuentran fuertemente armadas y por ello se coordinan acciones para empezar una operación a la que asistirán efectivos de la 105 Brigada, Policía de Investigación, Instituto de Conservación Forestal, División Municipal del Ambiente y Cruz Roja. La preciada madera de color, como llaman al cedro y al roble, tiene un alto valor comercial, aunque si es ilegal se consigue por menor precio. Esto se combina con la poca regulación en la zona para que proliferen quienes se dedican al negocio.
Alianza por El Merendón
Con el fin de tener una efectiva protección del área se reunieron ayer representantes de varias instituciones como Dima, Fundación Merendón, Cervecería Hondureña,105 Brigada de Infantería y Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente con el fin de aunar esfuerzos y detener la destrucción del ecosistema.
“Queremos involucrar a otras instituciones para hacer frente a esta situación”, aseguró Rolando Díaz, jefe de cuencas hidrográficas de Dima. Una de las estrategias para resolver la situación es identificar a los habitantes que viven en las áreas protegidas, ver cuál es su procedencia y desde cuándo permanecen allí para determinar si tendrán que reubicarlos.
Se busca establecer vigilancia permanente. “Queremos ver si es posible tener estaciones de militares para dar protección. Reforestar es muy costoso. Esperamos que el bosque se regenere naturalmente y protegerlo de incendios y destrucción”, aseveró Díaz.
“Sería importante que se sumara la gente de Ihcafé debido al avance del cultivo de café y buscar alternativas, también del Instituto de la Propiedad, ya que sabemos que se han entregado títulos en una zona de reserva”, manifestó Rodolfo Bueso, director de Dima.
Una de las prioridades es, según Bueso, la protección del tapir, ya que corre riesgo de extinguirse. “Esta especie que tenemos en el parque es la más grande de todo el mundo. Hay que protegerlo”.
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