¿Y dónde está Tránsito? Sampedranos cuestionan ante infierno vial

No sólo son los transportistas quienes rompen la mayoría de las leyes de tránsito que hay en Honduras, sino también los conductores particulares y cada vez hay más que se atreven a cometer infracciones temerarias que ponen en riesgo sus vidas y las de otros ciudadanos en carretera.

Pasarse un semáforo en rojo o acelerar cuando la luz es amarilla, subirse a la acera para rebasar o hacer un retorno donde no es permitido, conducir en contravía o cambiarse de carril de forma brusca, son sólo algunas de las prácticas más comunes y nefastas de varios

La fiebre por llegar rápido a sus destinos provoca que uno detrás otro comience a imitar esas acciones egoístas, sin importarles que, quienes sí pretenden respetar las normas de la carretera sean perjudicados, hasta que, finalmente, calles y avenidas enteras se vuelven intransitables debido a un “nudo” de vehículos que se origina por no tener paciencia.

Pero, a todo esto, ¿y la Policía de Tránsito dónde está? La queja de muchísimos ciudadanos es que los infractores circulan prácticamente con total impunidad. Los conductores de bien sólo observan con impotencia cómo los demás se salen con la suya. Pocas veces aparece una patrulla o motorizada para hacer justicia.

“Parece que a las autoridades les interesa un ‘bledo’. Cuando yo observo esos ‘cachimbeos’ pasa por mi cabeza que los policías no se dan cuenta o que se hacen los locos. Yo no veo policías en las horas más pesadas del tráfico, al menos no en todos los puntos críticos, por ejemplo, en los bulevares del Norte y Este, ahí no hay nadie”, fue la denuncia que hizo don Elio Muñoz, dirigente del rubro del transporte en San Pedro Sula.

Para él, San Pedro Sula ha crecido de forma exponencial en las últimas dos décadas, de modo que, ahora, la circulación de automóviles matriculados en la ciudad, más otros que provienen de municipios aledaños, es cada vez mayor.

De hecho, el Instituto de la Propiedad (IP) dio a conocer que, a finales de 2022, había 292,567 vehículos registrados la capital industrial, de los cuales 213,081 son automóviles de cuatro ruedas y 79,486 motocicletas, pero a diario entran y salen otros 200,000, lo cual provoca colapso vial prácticamente a todas horas.

“No sé cuántos elementos habrá disponibles, pero aquí se necesitan de 500 y 1,000 policías, porque la ciudad ya no es la misma de los años 90’s”, sugirió.

La apreciación de Muñoz no está lejos de la realidad, así lo dijo el inspector Cerrato, de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), quien confesó que, en efecto, la Policía de Tránsito no es capaz de controlar la abrumadora cantidad de vehículos en circulación porque hay muy pocos agentes en las calles. La Policía no se da abasto porque “para cubrir todos los puntos críticos que hay en San Pedro Sula deberíamos contar con apoyo de unos 70 policías por turno, mañana, tarde y noche”, expresó él.

Actualmente, Tránsito sólo despliega unos 20 o 35 agentes por cada jornada, o sea, un cincuenta por ciento menos de la cifra ideal.

Los puntos críticos de circulación son: Zip Calpules, Mega Mall, Seguro Social, Registro Nacional de las Personas, Gran Central Metropolitana, City Mall, Metro Mall, tercera avenida frente a la Catedral, entrada de la colonia Santa Martha, 33 calle, 27 calle, salida a La Lima, Hospital Catarino Rivas y entrada a El Ocotillo.

“No tenemos suficientes policías, en operaciones hay nada más entre 80 y 90 agentes que son distribuidos en turnos, nunca están todos en la calle a la vez, pero, por aparte, hay algunos servicios especiales que debemos cubrir, por ejemplo, acompañar a dignatarios extranjeros”, dijo Cerrato.

En promedio, para avanzar por la ciudad en las ‘horas pico’, un conductor tarda de una hora a hora y media, si no se toman atajos o rutas alternas. Eso representa, a juicio de los sampedranos, gastar como mínimo un galón de combustible, el cual rebasa los 100 lempiras.

“Tenemos mucha necesidad de recurso humano. Quisiéramos que en cada punto conflictivo hubiera más de un policía, pero, aun así, con la cantidad de elementos que somos, nos esforzamos para dar respuesta oportuna”, agregó.

Entonces, hay una lucha desigual entre los agentes de la ley y los infractores, lo cual, sólo empeora la situación, porque, mientras haya quién actúe mal sin ser castigado, siempre existirá otro que decidirá imitarlo.

Cambiar la mentalidad de los adultos es tarea difícil, casi imposible, por esa razón, la Policía de Tránsito está apostándole a crear conciencia en los niños y jóvenes, yendo a escuelas y colegios para brindar capacitaciones de educación vial.

“Este es un tema de cultura, así que debemos comenzar a enseñarles a las nuevas generaciones cómo deben comportarse en la carretera. Ahorita se están capacitando unos 800 niños en escuelas cada mes. Los resultados no van a ser inmediatos, pero confiamos en que los conductores del mañana serán más respetuosos de la ley”, cerró.