“Somos así porque necesitamos comer”: chófer de bus confiesa sus manías

LA PRENSA conversó con un operario del transporte público que confesó conducir de forma temeraria por la ciudad, pero explicó, desde su perspectiva, por qué lo hace.

Foto: Cortesía

Imagen que muestra varios autobuses colmando las calles de San Pedro Sula, Cortés.

lun 4 de septiembre de 2023

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Las unidades están en mal estado, los asientos y pasillos van ‘a tope’, algunos se salen de la pavimentada para avanzar en el tráfico vehicular y otros van peleando ruta, lo cual, a veces, deja como resultado accidentes viales con saldo fatal.

El rubro del transporte público es indispensable para miles de habitantes en San Pedro Sula y ciudades aledañas, que diariamente se ven en la necesidad de subirse a autobuses y taxis cuyos conductores no siempre obedecen las normas de tránsito, de modo que moverse por la ciudad suele ser una aventura llena de emociones como miedo e incertidumbre.

Entonces, así como los chóferes y ayudantes son muy necesarios, también son duramente cuestionados por sus prácticas temerarias. Pero, ¿por qué actúan de esa forma?, ¿cómo ellos justifican sus acciones?, ¿hay alguna posibilidad de empatizar con ellos?

No hay nadie mejor para responder esas interrogantes que un operario de “rapidito”. Diario LA PRENSA se puso en contacto con un motorista que todos los días se despierta a las 4:30 a.m. para salir a trabajar y llevar sustento a su familia.

El nombre real de él no será revelado para que no haya represalias en su contra, pero, vamos a identificarlo como ‘El Flaco’ sólo como referencia.

Mire, somos así porque necesitamos comer”, esas son las palabras con las que él resume su situación diaria, confesando que, en efecto, varias veces ha roto las normas de tránsito con tal de recolectar la mayor cantidad de dinero posible.

$!Imágenes que muestran un autobús con exceso de pasajeros y un microbús circulando por la acera del bulevar de Este.
Trágico
  • > Entre enero de 2017 hasta el 11 de julio de 2023 hubo 1,501 accidentes en unidades de transporte que terminaron con la vida de 71 pasajeros, conductores o cobradores, según los reportes de la Policía de Tránsito
  • > De acuerdo con los datos, los accidentes de buses, microbuses, taxis u otro tipo de vehículos usados para el transporte público de personas venían en aumento desde 2017, pero para 2021 se duplicaron y para 2022 se cuadruplicaron.

“Yo me tengo que levantar de madrugada para agarrar mi carro (así es como les dicen a los microbuses) y salir a trabajar, pero no tengo hora de regreso, nadie tiene, aunque, a veces, si el día estuvo muy bueno, sí nos regresamos rápido a la casa. El domingo nos lo regalan, todo lo que trabajamos es de nosotros”, comenzó diciendo él.

Para ‘El Flaco’, ser chófer o ayudante en Honduras es una carrera contra el hambre, porque, los operarios del transporte no trabajaban por un pago fijo, sino que sus ingresos dependen 100 por ciento de la cantidad de pasajes que cobren a lo largo del día. Por esa razón, según sus palabras, “hay que ser vivos” y competir con otros para subir más personas.

Pero, no sólo trabajan para llevar dinero a su familia, sino que, además, deben procurar pagar de forma puntual la extorsión que los grupos criminales les exigen cada semana, si no lo hacen, sus propias vidas estarán en peligro.

“Claro, yo lo he hecho, a veces nos toca pelear (ruta), porque, usted sabe, a veces el día está malo y no tenemos ni siquiera la tarifa del dueño, entonces, cuando vemos que atrás viene otro bus, nos toca hacer cualquier cosa para ganar la gente que está esperando más adelante. Somos así para comer nosotros y nuestras familias y para los delincuentes no nos quiten la vida”, comentó.

Así es como en las calles se mira que los motoristas rompen casi todas las normas de tránsito existentes y se ganan el repudio de gran parte de la ciudadanía, aunque sólo ellos entienden el porqué.

Solución
  • > Los especialistas consultados coinciden en que la modernización y reordenamiento del transporte público solucionaría en gran parte el caos vial que afecta a la ciudad y que cada año es mayor.

Pero, por si fuese poco, los buseros y taxistas también se han ganado la fama de ser personas sin educación y a veces tildados de “vagos” por la población, así opina don Elio Muñoz, dirigente del transporte en San Pedro Sula que lanzó un dardo a sus colegas.

“Éramos más educados los motoristas de la vieja guardia que los jóvenes de ahora. Cuántas personas han sido víctimas de esos muchachos que a veces andan alcoholizados o no saben conducir, algunos que ni licencia tienen. Los dueños de buses deben procurar ver la hoja de vida de las personas que contratan, verificar si tienen antecedentes, porque no se puede confiar la integridad de los pasajeros a alguien que no está capacitado”, mencionó.

De su lado, Rafael Barahona, comisionado presidente del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), comentó que, en la ciudad industrial, con la eventual llega del Metrosula, los conductores de autobuses deberán someterse a pruebas de certificación, muy probablemente a inicios del 2024, con el objetivo de brindar un servicio de calidad a los usuarios.

$!Buses colapsan una de las calles del centro de San Pedro Sula.

“Todos van a tener la oportunidad de someterse al proceso de evaluación. No podemos tener motoristas irresponsables, que anden bajo el consumo de drogas y que no quieran cambiar sus malos hábitos”, señaló.

‘El Flaco’ defendió a sus compañeros diciendo que “no todos somos ignorantes o mal educados, pero a veces los mismos policías nos ofenden, imagínese, a veces andamos trasnochados, sin comer y se acerca un oficial a ofendernos sólo porque los transportistas somos mal vistos... ¡no puede ser!”.

Para él, si los operarios del transporte trabajaran por un salario al mes y no por una tarifa diaria, ya no existiría la necesidad de conducir como están haciéndolo ahora. “A veces sólo sacamos 200 lempiras al día, pero, si tuviéramos ganancias fijas, ya no tendríamos presión y andaríamos más relajados, sin prisas”, concluyó.