Conductores y peatones imponen la “ley de la selva” en SPS

Ni los peatones ni los conductores cumplen con sus deberes al usar las vías de San Pedro Sula, lo cual provoca un tráfico vehicular que cada día empeora.

Foto: Fotografía: Diario LA PRENSA | Franklyn Muñoz

Bulevar frente a Mega Mall, donde hay un puente peatonal que no todos los ciudadanos de a pie utilizan.

dom 3 de septiembre de 2023

8 min. de lectura

Compa, si usted aprende a manejar en Honduras, puede hacerlo en cualquier parte del mundo”, esa es una frase coloquial que poco a poco fue cobrando sentido entre las personas que a diario utilizan algún vehículo para desplazarse por las grandes ciudades, principalmente San Pedro Sula, Cortés, la cual, de forma sarcástica, a veces es comparada con la India.

Basta con atrasarse unos pocos minutos en peinarse o desayunar para quedar prácticamente inmóvil en el caos vial que parece no tener fin.

Una actividad tan cotidiana como llegar al trabajo puede convertirse en un verdadero desafío para miles de sampedranos que, a diario, se enfrascan en algo parecido a “la ley de la selva”, pues en la carretera se pierden los buenos modales, los más grandes tienen ventaja y sobrevive sólo quien es más “astuto”.

De no parar
  • > De acuerdo con los sampedranos, lunes por la mañana y viernes por la noche son los días con más caos vehicular
  • > La circulación de vehículos disminuye significativamente durante el fin de semana.

Para comenzar a entender la problemática, primero hay que revisar qué dice el Instituto de la Propiedad (IP), pues, de acuerdo con sus registros, a finales de 2022 había 292,567 vehículos matriculados en la ciudad, de los cuales 213,081 son automóviles de cuatro ruedas y 79,486 motocicletas.

Pero, si bien no parece una cifra muy significativa, hay que sumar la cantidad de vehículos que ingresan a San Pedro Sula todos los días desde El Progreso, La Lima, Choloma, Puerto Cortés y Villanueva, que, según estimaciones, son unos 300,000 mil más.

Con números en mano, puede decirse que los ejes carreteros son insuficientes para la cantidad de automóviles que hay en circulación, pero, en realidad, no es el único componente del descontrol vial, sobre todo en las llamadas ‘horas pico’, que serían de 6:30 a.m. a 8:30 a.m. y de 5:00 p.m. a 7:00 p.m.

$!Varios vehículos intentan hacer a la vez un viraje a la izquierda.

Entre todas las personas consultadas por LA PRENSA, tanto ciudadanos comunes como dirigentes del transporte público y especialistas en movilidad urbana, hubo un denominador común: “la cultura”.

El análisis de los entrevistados no responsabiliza a los operarios de autobuses y microbuses, tampoco a los taxistas, mucho menos a los conducen vehículos particulares y a los peatones, sino a todos sin excepción, pues cada uno de ellos contribuye con sus acciones a que San Pedro Sula sea una ciudad donde se conduce de forma temeraria y casi bajo total impunidad.

“No es algo que vamos a cambiar de la noche a la mañana”, dijo el inspector Cerrato, de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), al referirse a la problemática.

Según él, ni las personas que se desplazan en carro ni las que andan a pie cumplen sus deberes en la carretera, sino que constantemente cometen acciones irresponsables para beneficio propio, algunas, incluso, que ponen en riesgos sus vidas.

Una de las situaciones más frecuentes comentadas por Cerrato es que los motoristas no se detienen antes de una línea de cebra para dar oportunidad a que los transeúntes caminen sin riesgo por la carretera; pero, a su vez, manifestó que los peatones fallan al no utilizar los puentes peatonales y prefieren cruzar por debajo, provocando así que los conductores se detengan bruscamente y ralenticen el flujo vehicular.

“Por generaciones, los peatones, los motociclistas, conductores particulares y transportistas no han respetado la normativa de Tránsito. En Honduras no existe la cultura de respetar los pasos peatonales, las líneas de cebra, el derecho de vía de otros vehículos”, comentó.

$!Hondureños intentan cruzar el bulevar frente a Mega Mall pese a que tienen disponible un puente peatonal.

Otra práctica nefasta involucra principalmente a los choferes de autobuses, quienes, por llegar rápido a su destino, suelen salirse de la vía para rebasar varios vehículos y más adelante se reincorporan a la carretera “por la fuerza”, provocando así un “tapón” que impide que los conductores que quedaron atrás puedan avanzar. Esta acción es replicada por operarios de taxis y ciudadanos particulares.

Elio Muñoz, dirigente transportista con años como trabajador del rubro, confesó que sus colegas tienen arraigada la “mala maña” de detenerse en cualquier parte de la carretera para subir o bajar pasajeros, en lugar de utilizar las bahías, que son los puntos autorizados para hacerlo. Esta situación ralentiza de golpe el tránsito vehicular y a veces sólo queda disponible un carril para circular.

“Sucede también que a veces las bahías están ocupadas por taxis, ya sea con número o ‘VIP’, y no dejan que los buses puedan estacionarse ahí. Esos espacios fueron diseñados para los autobuses, no para los carros livianos”, denunció Muñoz.

$!Conductores se salen de la pavimentada para rebasar otros vehículos.
Crecimiento sin control
  • > De acuerdo con el IHTT, hay más de 10,000 unidades de transporte, entre buses, rapiditos, taxis y mototaxis, en San Pedro Sula
  • > La mayoría de esos vehículos son antiguos y están en condiciones obsoletas
  • > En esta cifra no están incluidos los rapiditos “brujos” y los taxis ‘VIP’.

Similar opinión tiene Rafael Barahona, comisionado presidente del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), quien dijo que “usualmente los propios pasajeros exigen a los motoristas que se detengan en cualquier punto para abordar o desabordar la unidad de transporte”.

“Los choferes y ayudantes hacen y deshacen en la calle, pero hay que entender que trabajan por una tarifa diaria, por esa razón andan viendo cómo suben más gente para alcanzar la tarifa y obtener ganancias”, justificó Barahona.

A su vez, opinó que el sistema del transporte en San Pedro Sula “funciona de forma desordenada y los dueños de los buses perdieron el control”.

$!Autobús “rapidito” estacionado a orilla del bulevar para subir a un pasajero que cruza la calle.

Puntos críticos en San Pedro Sula

La ciudad industrial tiene varios puntos en los que sin falta se generan extensas filas de vehículos. Por ejemplo, quienes viajan por el bulevar del Este sostienen que frente a Zip Calpules es común ver a personas cruzando de izquierda a derecha, autobuses mal estacionados para subir y bajar pasajeros y toda clase de vehículos haciendo una tercera fila para buscar cabida más adelante.

Similar situación se vive a diario frente a Mega Mall, donde existe un puente peatonal desde hace varios años, pero la mayoría de los transeúntes no lo utilizan y ralentizan el flujo de automóviles.

En la zona conocida como “Viveros”, del bulevar del Norte, la situación es un poco más controlada, dado que todos los días hay miembros de la Policía Municipal que se aseguran de que los ciudadanos utilicen la línea de cebra y el que los operarios del transporte público hagan correcto uso de las bahías.

$!Miembro de la Policía Municipal da vía en la zona de “Viveros”.

Pero, un poco más adelante, siempre en la carretera hacia Puerto Cortés, el caos vuelve a hacerse presente, pues, frente al Seguro Social los caminantes prefieren pasar los seis carriles del bulevar por debajo del puente construido para ellos.

Otros puntos críticos en San Pedro Sula son: Registro Nacional de las Personas, Gran Central Metropolitana, City Mall, Metro Mall, tercera avenida frente a la Catedral, entrada de la colonia Santa Martha, 33 calle, salida a La Lima, Hospital Catarino Rivas y entrada a El Ocotillo.

Los especialistas entrevistados coinciden en que, para que la movilización sea más fluida, cada uno de los actores sociales debe comprometerse a cumplir con sus deberes en la carretera y respetar los derechos de los demás.

Quizás, a estas alturas del partido, cambiar la mentalidad de los adultos es casi imposible, pero, por esa razón, la Policía de Tránsito está trabajando en escuelas y colegios, organizando campañas de concientización para niños y jóvenes, con la visión de que las futuras generaciones tengas mejores hábitos.