Ratificación de tratado con Nicaragua potenciará planes para el tren interoceánico
Al garantizar salida al océano Pacífico, Honduras delinea su plan para conectar los puertos de San Lorenzo, en el golfo de Fonseca con Puerto Cortés en el Atlántico, pero a criterio de entendidos, se debe integrar a El Salvador para que en la zona impere la armonía y se desarrollen proyectos conjuntos
Foto:
Expertos aconsejan que Honduras debe mejorar las condiciones de los pescadores del Golfo de Fonseca, instalando boyas para evitar que sean capturados por traspasar aguas de los países vecinos.
Por:
4 min. de lectura
Para el diputado liberal Marlon Lara ejercer soberanía en el Golfo de Fonseca, y hacer cumplir la delimitación fronteriza entre Honduras El Salvador derivada de la sentencia de La Haya en 1992 y la reciente ratificación del tratado con Nicaragua para dejar claros los límites, potenciará la economía de Honduras.
“Será de mucha importancia porque le permitirá a Honduras tener salida y entrada por el Golfo de Fonseca, para poder mover la mercadería de las costas del Pacífico hacia el Atlántico a través del Canal Seco. O sea, usted puede mover la mercadería que les viene de Los Ángeles o China, entran por la bocana del Golfo de Fonseca a San Lorenzo y de ahí desembarcan y los mandan por tierra a Puerto Cortés. Y de Puerto Cortés sale a la costa este de Estados Unidos”, dijo Lara, quien fue alcalde porteño de 1994 a 2005.
Pero, para Nicaragua qué beneficios tendrá la ratificación del tratado, se le consultó. “Los países van quitándose problemas. No tener delimitada una frontera siempre trae conflicto. Acuérdese usted de aquellos líos que capturaban a los pescadores y después tenían los presidentes negociar para que les entregaran las lanchas. Capturaban a los pescadores. Entonces es un conflicto innecesario. Ellos ya van a poder también tener acceso por el Golfo de Fonseca, acceso y salida”, afirmó.
A integrar a El Salvador
Martín Barahona, expresidente del Colegio de Economistas, considera positivo que es bueno que los gobiernos, sus cancillerías y sus parlamentos, tengan ratificados ciertos arreglos.
“En términos de soberanía o la delimitación de territorios marítimos, que son zonas, entiendo yo, comunes de explotación, tienen que ser compartidas por la conformación natural que tienen. Es importante que no existan conflictos entre los gobiernos que puedan servir de distracción, de divisionismo entre las naciones y sus pueblos”.
Considera que es vital que El Salvador sea parte del tratado pues “somos países pequeños y podemos ponernos perfectamente de acuerdo”.
Lamenta que pese a que el golfo es una zona rica en recursos, no haya existido nunca un plan estratégico ni proyectos en común, para potenciarlo. “No ha habido ni siquiera proyectos unilaterales de cada uno de los gobiernos, ni mucho menos inversiones conjuntas. Para poder aprovechar el potencial pesquero o turístico que hay”.
Como economista, señala que esperaría madurez política pues es vital impulsar proyectos en común para explotar y aprovechar los recursos marítimos de la región.
“Desde el punto de vista económico se necesitaría que existieran planteamientos concretos y obviamente que cada uno de los gobiernos en representación de sus países estuviese dispuesto a destinar recursos, tanto financieros como materiales. Materiales en un sentido amplio, pudiéramos decir aquí conocimientos para poder identificar esos proyectos que permitieran realmente sacarle renta, pues sacarle provecho a esos territorios”.
Por otra parte, Edgar Soriano, director de Marina Mercante de Honduras lamenta que El Salvador todavía no acepte la propuesta o tratado.
“Nosotros lo vemos beneficioso en el sentido de que es un espacio pequeño para el área de la Bahía de Fonseca. Y hay tres naciones. Lo más correcto es que La Haya respaldó todas esas propuestas de que los tres países lleguen a tener claridad en esas delimitaciones y que pueda existir una coexistencia en las relaciones y en la convivencia de los ciudadanos que habitan en esa zona”.
Considera que el Estado de Honduras tiene que seguir haciendo un esfuerzo para proteger a los pescadores, tener un proceso más regulatorio, instalar boyas para que ellos sepan dónde están los límites y no sigan siendo arrestados.
“En ningún momento se está cediendo el territorio, es una coexistencia de naciones en ese espacio reducido. Son tres millas náuticas hacia el lado de El Salvador, luego las tres para el otro lado y luego las doce que quedan en la bocana. Y en la bocana puede entrar cualquier tipo de embarcación de uso para los tres países”, precisó Soriano.
El funcionario señala que con la ratificación del tratado, lo que resta es ver hacia el futuro. “El gobierno de la República ha lanzado la propuesta de unir a través de una red ferroviaria el sistema carretero del Canal Seco, para que el país se convierta en un corredor logístico y llevar mercadería de océano a océano. En el futuro es mejor que los tres países que comparten la bahía del Golfo Fonseca tengan claridad jurídica de los límites marítimos”.