Xiomara Castro cumple primer año de gobierno con modesto avance

San Pedro Sula

El 27 de enero de 2022, en el marco de su histórica toma de posesión en Tegucigalpa, la presidenta Xiomara Castro hizo 22 promesas con el objetivo de “refundar” el país en los espacios de educación, salud, economía, seguridad, derechos humanos y otros.

Ha pasado un año desde entonces y a la fecha, pese a que logró cumplir varias de sus propuestas, otra buena parte sigue sin ejecutarse o camina lentamente.

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Para dar a conocer los resultados del primer año, durante el desarrollo de la segunda legislatura anteayer jueves, desde el Ejecutivo se presentó el primer informe de gobierno en el Congreso Nacional, donde destacaron la creación de nuevas instituciones y el rescate de entidades como la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), la derogación y reformas de ley de las zonas de empleo y desarrollo económico (zedes), Ley de Secretos, Ley de Amnistía y los fideicomisos que atentaban contra la administración pública.

También se habló del subsidio establecido a los precios de los combustibles y en la energía para 1,500,000 hondureños de escasos recursos económicos; sin embargo, esto representó un sacrificio: el 60% del cargo pasó al Estado y el 40% al sector industrial y comercial.

El informe detalló, además, que se aplicaron medidas de política monetaria para controlar la inflación, estabilizar los precios de los productos de la canasta básica, renegociaron contratos con los generadores de energía e invirtieron en múltiples centros educativos, entre otros logros.

El plan aplicado hasta ahora apenas toma forma para combatir asertivamente los principales problemas que durante décadas han afectado al país: pobreza, desigualdad, desempleo, falta de educación y salud de calidad.

Desde el Gobierno son conscientes que aún falta mucho para erradicar la pobreza extrema, por lo que se necesitará más inversión extranjera y privada, así como incentivar la producción nacional de los pequeños productores y campesinos que trabajan la tierra.

Según un informe publicado en 2022 por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 73% de la población del país es pobre y un 53% vive en situación de pobreza extrema.

De los 9.5 millones de habitantes, solamente cuatro millones conforman la fuerza laboral del país, de ese total, cerca de 350,00 están desempleados y 2.5 millones están subempleados.Las áreas de salud y educación requieren igual importancia.

El Gobierno de Castro, según los datos gubernamentales, durante el 2022 invirtió solo en infraestructura un monto de 4,466,867.50 lempiras en 1,002 centros educativos.

A nivel sanitario, la Secretaría de Salud solicitó presupuesto de 600 millones de lempiras para reparaciones de hospitales y centros de salud como una apuesta para comenzar a contrarrestar las problemáticas.

Doris Gutiérrez, segunda designada presidencial, dijo a LA PRENSA Premium que “este es un plan de cuatro años, en 2022 solo se le dio atención al tema presupuestario y administrativo”.

La exdiputada reconoció que “en empleo no se ha hecho mucho, pero para 2023 tenemos como meta masificar las oportunidades sobre todo en las empresas estatales. Respecto al tema migratorio, quiero decir que las caravanas van a continuar, pues venimos de un modelo neoliberal”.

Gutiérrez aseguró que para este nuevo año pondrán mayor énfasis en infraestructura escolar ante tantos centros destruidos, cambio de malla curricular orientado a la realidad de Honduras, programas para combatir el analfabetismo, otorgarán becas a estudiantes y comprarán suficientes medicamentos genéricos para que lleguen a todos por igual.

“El primer año de la Presidenta ha sido prácticamente de readecuación, es importante que todos los funcionarios estemos empapados del plan de gobierno para que se cumpla”, concluyó.

Ejecución y cambios. Siempre se ha pensado que en una economía tan lenta y sensible como la nuestra, durante un primer año de gobierno los avances suelen ser modestos, así lo refrenda el economista y rector universitario, Julio Raudales.

“Es entendible porque siempre en el primer año las cosas deben ir a ritmo pausado, no se esperan cambios radicales, pero sí se han tomado algunas medidas positivas. Fue importante lo de la Ley de Secretos, los fideicomisos anulados porque duplicaban el gasto público y se dieron algunos pasos para eliminar la corrupción”, externó el académico.

Raudales, aunque aplaudió el que se haya optado por inyectar dinero para rescatar la Enee, cuestionó la aplicación del subsidio en energía, pues considera que se trata de elementos “distorsionadores” en el mercado, porque aunque se tenga como objetivo proteger a la gente más pobre, irrumpe el accionar de las empresas, lo mismo con los combustibles.

Por otra parte, Paola Díaz, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), recordó que el 2022 fue un año de transición, lleno de desafíos y donde tanto Xiomara Castro como su gabinete conocieron a profundidad la realidad nacional y lo que se debe priorizar.

“Esperemos que durante 2023 puedan definir políticas públicas encaminadas al crecimiento y desarrollo socioeconómico del país. Otro de los grandes retos de esta administración será garantizar la estabilidad de la seguridad jurídica, que incluye contar con un sistema de justicia transparente, eficiente e independiente”, especificó la empresaria.

En esta misma línea, Eduardo Facussé, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) lamentó que a la fecha no se haya apostado por la infraestructura productiva y la generación de empleos, aunque destacó el trabajo hecho a nivel macroeconómico.

“Hay cosas como la seguridad jurídica y la invasión de tierras que están generando mucho ruido y conflictividad en todo el sistema de inversión. Que exista un ritmo pausado es normal, pues recordemos que es un cambio de ideología respecto a lo de antes, pero estoy seguro que les ha servido para saber cómo se maneja la administración pública”, señaló.

Sobre la gestión hecha desde el Ejecutivo, el líder empresarial afirmó que “ahora no estamos en la capacidad de aplazar ni de aprobar lo realizado, pues hay ministros que hacen las cosas bien y otros no, ojalá ella pueda evaluar y hacer los cambios pertinentes”, dijo.Por otra parte, reconoció que la percepción en cuanto a corrupción ha bajado sustancialmente con relación al gobierno anterior.

Las crisis no solo se sienten y respiran a nivel de empresa, también las personas del comercio informal sufren y concuerdan que poco o nada se ha visto.

Miguel Mejía, dueño de un puesto de agua y refrescos, meditó lo difícil que es el día a día de los hondureños. “Esperábamos una mejor vida y que la canasta básica bajara, pero ha pasado lo contrario”.

En tanto, Wendy López (de 30 años), vendedora de tarjetas de celular, sostuvo que hasta el momento no ha visto cambios, pues recordó que “el combustible, el transporte y la canasta básica han subido, además de sentirnos inseguros”.

Mientras tanto, Zoila Cáceres, vendedora de dulces en el centro de San Pedro, mostró su pesar al rememorar que tuvo que gastar mucho dinero este inicio de año para comprar los uniformes de sus hijos.

“Esto va de mal en peor, ni siquiera hay medicamentos en los hospitales, no digamos la canasta básica, toda la comida ha subido de precio y ya los ingresos no se dan a basto”, comentó.