Carreteras de Honduras, entre malas y regulares: “Mujeres de la frontera prefieren parir en El Salvador”
Hasta 2021, había un total de 11,543.65 kilómetros de vías estatales, pero de ellas, el 66.16% no son óptimas para la conducción segura. En la actualidad se construyen 339.3 kilómetros nuevos
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El paso por el río San Juan es por una plancha de cemento para vehículos pesados y por un puente Bailey para los livianos y los peatones. Esa también es una obra pendiente en el sur de Lempira e Intibucá.
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La Esperanza, Intibucá.
Esto es un panorama de la realidad vial de Honduras. Como repaso, les diremos que en el país hay dos tipos de vías: las municipales, que se denominan calles y/o avenidas; y, las estatales, es decir, las carreteras.
Esa red vial que corresponde al Estado, y cuya responsable directa es la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), medía hasta 2021 un total de 11,543.65 kilómetros (km). Esos números están cambiando en la actualidad, ya que hay en ejecución 16 proyectos viales (339.3 kilómetros nuevos), de los cuales 13 son nuevas pavimentaciones y otras tres corresponden a rehabilitación de vías existentes.
Si uniéramos una a una la red de vías hondureñas, de forma lineal, tanto las principales, las secundarias y vecinales (dejando fuera todas las municipales), podríamos construir una vía imaginaria que fácilmente conectaría a toda Centroamérica, desde Guatemala a Panamá, pero por el borde costero del océano Pacífico.
¿Se lo imagina? Sin embargo, para alcanzar esa distancia de los 11,543 kilómetros nuestros, tendríamos que recorrer la “vía soñada” un poco más de cuatro veces, si se considera que entre ambos puntos hay por todo el borde costero alrededor de 2,830 kilómetros.

De buenas a peores...
Para seguir con los ejemplos, toda la red vial nacional de Honduras mide el 38% de la longitud de la Carretera Panamericana que atraviesa todo el continente Americano (de Alaska a Chile) y que mide unos 30,000 kilómetros. Sin embargo, el estado actual de la mayoría de vías oficiales hondureñas podría convertir el sueño de un viaje perfecto por el istmo centroamericano en una total pesadilla, si se toma en cuenta el estado de los ejes viales hondureños.
A fin de conocer qué se está haciendo por las vías del país, y garantizar a la población desplazamientos seguros, desarrollo y el traslado adecuado de su productividad, la Unidad de Datos de LA PRENSA Premium escudriñó información solicitada a la SIT hace más de un año, pero entregada hace un mes por el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) ante la negativa de la SIT.
El pedido de información se hizo mediante la solicitud SOL-INSEP-162-2022, donde se da cuenta de la situación actual de la red vial nacional.
En términos generales, de esos 11,543.65 kilómetros que tiene la red nacional oficial de carreteras, solo el 33.84%, es decir, 3,906.07 km, están en buenas condiciones. El restante 66.16%, un total de 7,637.58 km, está en estado regular y malo, de acuerdo a la información provista.
Esta situación la conocen a la perfección en municipios de tierra adentro como Piraera, Lempira. Ubicado a 105 kilómetros de Gracias, cabecera del departamento de Lempira, este sureño municipio del occidente está más cerca de El Salvador que del resto de Honduras.
Por años, este poblado rural que depende de la producción de café y hortalizas ha venido sufriendo por sus pésimas carreteras. Llegar hasta allá es toda una odisea, y ni siquiera en un carro con tracción en las cuatros ruedas y con buenos amortiguadores es posible disfrutar el viaje.
Deydin Mendoza, alcalde municipal de Piraera, ha sido el que persistentemente ha elevado su voz en aras de una carretera principal óptima.
“Tenemos vías en malas condiciones, nuestras mujeres prefieren ir a parir a El Salvador que a Gracias (Lempira) por el estado de las calles. Con un tormenta que caiga se inhabilita todo el sur de Lempira y lo sufren los más de 150,000 habitantes que tenemos en este sector”, dijo a LA PRENSA Premium, que recorrió palmo a palmos ese corredor.
Hace un par de semanas, en la región todavía imperaba la canícula -tiempo de ausencia de lluvias en medio del invierno-. Ese lapso sirvió para pegarle “una raspada” a varios tramos de la RN 116, entre San Juancito, Intibucá y el municipio de Gualcinse, Lempira.
Por su condición montañosa, la carretera aloja empinadas cuestas. Por esa razón, el camino es escabroso y, por fuerza, debe ser empedrado, para evitar que con la lluvia sea resbaladiza y más inaccesible.
“Le pedimos a la señora presidenta, a la ciudadana Xiomara Castro, que nos ayude con ese proyecto tan soñado para el sector, ya que con esa obra cumpliría una promesa de campaña que ella nos hizo cuando vino a nuestro municipio a pedir el voto. Confiamos a Dios que en este tiempo que le quede haga ese proyecto tan anhelado para el sur de Lempira”, recalcó Mendoza.

Obras en marcha
Aunque la información analizada por la Unidad de Datos de LA PRENSA detalla que la mayoría de carreteras de Honduras están en mal estado, también hay otra que evidencia que hay varios tramos en proceso de transformación.
A fin de verificar los datos provistos, pudimos constatar que obras como la “Construcción y Rehabilitación Vial con Concreto Hidráulico del Corredor de Occidente, Tramo Carretero: Naco - La Entrada” (79.1 Km), localizado en los departamentos de Santa Bárbara y Copán, avanza en dos de sus tres tramos.
Ahí, las constructoras contratadas realizan el cambio de tuberías en el paso de ríos y quebradas, y el despeje de los derechos de vía, para luego proceder con el vertido de concreto hidráulico sobre el viejo y vencido asfalto, técnica conocida como “whitetopping”.
Este proyecto se partió en tres partes y es ejecutado por las compañías Eterna, que remozará el tramo uno; Profesionales de la Construcción (Prodecón), con el subtramo dos; y William & Molina con el tres, a un costo global de L1,100 millones, pero cuyo monto no incluye señalización ni iluminación tal como lo constató LA PRENSA Premium tras el análisis de los tres contratos.
Otro proyecto que también ya arrancó es el de la “Rehabilitación del tramo carretero: “Siguatepeque - La Esperanza”, de 67.00 km, ubicado entre los departamentos de Comayagua e Intibucá.
En total, con los proyectos en ejecución previstos para el periodo 2022-2023, varios que aún no han comenzado, el Estado pretende mejorar 339.33 kilómetros de carreteras. Son 16 obras que costarán 7,348.6 millones de lempiras.
Proyectos futuros
Aunque a estos no se les puso fecha probable, entre los proyectos a considerarse a mediano y largo plazo figuran varios de vital importancia para miles de personas de la zona norte y occidental del país.
Uno de los más trascendentales, de concretarse, mide 160 kilómetros y le dará un giro total a municipios como El Progreso y Tela. Se trata de la denominada “reconstrucción La Barca - El Progreso - Tela y Libramiento Sur El Progreso”, una vía que lleva años en las intenciones de los gobiernos, y que en el pasado tuvo un intento de concretarse ampliando algunos kilómetros entre El Progreso y Toyós.
Otro importante trayecto previsto completaría la carretera de occidente. Es la “pavimentación tramo Santa Rosa de Copán - Ocotepeque - El Poy - Aguas Calientes”, que ya tiene en su haber varias toneladas de asfalto de tanto trabajo de bacheo sobre ella.
Aquí también se contempla una nueva pavimentación que ha sido demanda por los pobladores de Quimistán, Santa Bárbara. Es la “construcción carretera tramo: Quimistán - Corinto”. En la actualidad la vía es de tierra y necesita varios puentes para hacerla viable para el transporte pesado, que se ahorraría varios kilómetros al evitar pasar por San Pedro Sula, Choloma y Puerto Cortés.