Caos por lluvias en occidente y sequía en el sur y oriente de Honduras

Mientras el occidente del país enfrenta severas y repentinas tormentas, en el suroriente del país no llueve y se complica la siembra de granos básicos. Se prevé una temporada ciclónica activa.

Foto: Jessica Figueroa

Lugares frescos como La Esperanza sufren por el sofocante calor.

jue 3 de agosto de 2023

13 min. de lectura

San Pedro Sula

En cuestiones de clima, agosto es el mes indicado para dibujar con mejor precisión el poco halagador panorama climático que se avecina para los meses que le faltan a 2023.

De aquí en adelante, términos ya conocidos como el fenómeno de El Niño, canícula, vaguadas, ondas, tormentas tropicales, huracanes y frentes fríos resonarán a diario en la vida cotidiana de los hondureños.

Debido a que el país se encuentra en plena temporada lluviosa y con una canícula manifestándose en varias regiones, particularmente en el extremo sur y oriental del corredor seco, las advertencias y preparativos para el ciclo que se avecina no se han hecho esperar.

Dato
  • > 81.1 milímetros de lluvia en una hora se registraron el sábado en Copán Ruinas. Ello provocó la crecida repentina que arrasó el parque de guacamayas y que causó derrumbes en otras zonas.
  • > 20-30 ondas tropicales se producen
    durante la temporada lluviosa, pero combinadas con vaguadas provocan “tormentas perfectas” muy dañinas.

Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), dependencia de Copeco, confirmó que debido a que el país se encuentra bajo la influencia del fenómeno de El Niño, la canícula se hará sentir en agosto y probablemente se prolongue hasta inicios de septiembre, particularmente en las regiones sur y oriental del país.

La canícula o veranillo, considerado una corta temporada seca en medio del invierno lluvioso, se caracteriza por presentar altas temperaturas, disminución de lluvias y un cielo totalmente despejado durante un periodo de 30 a 45 días, en ocasiones llueve, pero poco.

En el país, este fenómeno ya se manifiesta en el sur de Comayagua, casi toda La Paz, el sur de Francisco Morazán, la parte occidental de El Paraíso, Choluteca y Valle.

" Estamos abiertos a las donaciones, ya que lo que nos pasó excede nuestras capacidades. "

“Justamente ahí es donde se espera que tengamos menos lluvias, pero en varios lugares de esos sí se podrá sembrar maíz y en otros no. Es importante que los productores lo tengan en consideración y que se acerquen a los técnicos agrícolas para que les digan en dónde es propicio sembrar y en dónde no”, aconsejó.

Para Argeñal, el asunto de cultivos es esencial, ya que en esas regiones la mayoría de agricultores siembran y cosechan para el consumo y subsistencia familiar. “Las lluvias de septiembre y octubre se pintan deficitarias en varias regiones, aunque recordemos que ambos meses son bastantes lluviosos y podría sembrarse, siempre y cuando se dé asesoría técnica”.

Los extremos

Del calor del oriente a las tormentas severas y repentinas en el occidente. En esa región, hoy en alerta amarilla, ya se cuentan damnificados y pérdidas económicas por inundaciones y derrumbes.

Precisamente, en Copán Ruinas aún no asimilan lo que pasó el sábado 29 de agosto, cuando entre las 6:00 y las 7:00 pm, una fuerte tormenta que duró una hora desató la furia de la inofensiva quebrada Cacahuatal, que arrasó con una buena parte de la infraestructura del parque de aves Macaw Mountain e inundó varias viviendas aguas abajo, incluida la del alcalde Mauricio Arias.

" El niño ya elevó con récords las temperaturas del atlántico, y eso propicia más huracanes. "

Paola Carías, coordinadora de proyectos de Macaw Mountain, señaló a LA PRENSA Premium que cinco días después del suceso inédito que sorprendió a todos ya tienen un mejor detalle de los daños. Aunque las pérdidas por la afectación de la infraestructura del parque ascienden a un millón y medio de lempiras, ya que la quebrada arrasó cinco aviarios, dos puentes y un muro perimetral, es justamente la muerte de siete guacamayas (seis rojas que se habían recuperado y una verde), y dos tucanes lo que más los ha conmocionado.

“En 21 años de operar el parque, la quebrada nunca había tenido una crecida tan repentina. Se nos informó que aguas arriba hubo un derrumbe que formó un dique, lo que justifica los años porque ni cuando Eta y Iota tuvimos este tipo de problemas”, precisa Carías.

A causa de la afectación de los aviarios también se daban por perdidos ocho loros nuca amarilla, pero de ellos, cuatro ya aparecieron y se espera lo mismo del resto, ya que suelen andar juntos.

$!Las regiones en café serán las que menos lluvias recibirán este mes, según Cenaos.

A causa de los daños y que el parque de aves se sostiene con el pago de entradas de los turistas, se han abierto a la posibilidad de recibir donaciones, aunque han bajado los precios para atraer más visitantes.

Por ello han habilitado varias cuentas en dólares y lempiras para quienes quieran colaborar: en Banpaís a nombre de Organización para la Protección de las Aves (Pro-Alas) 01-105-000-181-2 (cheques en lempiras) y 22-105-000219-3 en dólares. En BAC 730 387 971 (L y cheques) y 742 128 371 (dólares) y en Banco de Occidente 11-102-001255-3 (cheques y L).

$!Cenaos y Agricultura ofrecerán a los productores el panorama para la siembra.

Fenómenos a la vista

Para Estéfana Velásquez, jefa de Hidrometeorología del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), tormentas como la de Copán Ruinas u otras localizadas en sitios puntuales de una ciudad se forman de manera súbita, debido a que convergen ondas tropicales y vaguadas y crean nubes convectivas que causan tormentas copiosas en puntos específicos. Si bien dijo que son propias y comunes de la estación lluviosa, pueden resultar potencialmente destructivas por la cantidad de lluvia que generan.

“Aunque estemos en canícula, esta no se comporta igual en el suroccidente del país como en el corredor seco, o en Olancho o en el norte. Nosotros hacemos énfasis en eso porque no en todo el país llueve al mismo tiempo, y esto es totalmente normal y típico para la temporada”.

En cuanto a la perspectiva climática de agosto, se espera que sea menos lluvioso que el agosto de 2022; es decir, creen que habrá de 20 a 30 milímetros menos de lo que llovió ese mes el año pasado en gran parte del país.

Para septiembre, mes que ha sido muy lluvioso, se prevé también una notable disminución de lluvias en todo el corredor centro y norte del país, lo que puede poner en precario el estado de las fuentes que abastecen de agua a muchos municipios, precisó.

En cuanto a los ciclones o huracanes, la Universidad de Colorado da un panorama temerario. De acuerdo con Velásquez, la temporada será “ligeramente por arriba del promedio”; es decir, en un año normal en el Atlántico se producen 14 tormentas tropicales, pero ahora vaticinan que probablemente haya 19, de las cuales ya se formaron tres en junio. Que haya o no menos lluvias dependerá de dónde se formen los ciclones y abre dos escenarios.

Si es arriba de Cuba, el pronóstico de sequía se cumpliría, pero si es en el Caribe del istmo, puede suceder todo lo contrario. Debido a que también se espera que el fenómeno de El Niño pase de moderado a fuerte (temperaturas excesivamente altas en el Atlántico), la temporada de huracanes podría ser igual a la de 2005, año en que el alfabeto latino no ajustó y se recurrió al griego para nombrar el excesivo número de tormentas que hubo; entre ellas, Gamma, que causó enormes daños en la zona norte del país.

Escenario “duro” en corredor seco por menos lluvia y El Niño

San Salvador (Efe). Un escenario “duro” es lo que actualmente se observa en el corredor seco, una zona donde habitan unos 11.5 millones de centroamericanos, a causa de la disminución de lluvias y de El Niño, lo que impacta en la agricultura y la ganadería, según señaló Raúl Rodas, director del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa).

Los fenómenos de la canícula -disminución o ausencia de lluvia-, El Niño -que provoca intensas lluvias en ciertas regiones del mundo y sequías en otras- y los impactos que ya ocasiona el cambio climático en la región ponen en alerta a los Estados y demandan acciones para apaciguar los efectos.

“El escenario en este momento es duro porque tenemos mucha menos lluvia en el corredor seco y obviamente los cultivos que se establecen sin sistemas de riego están siendo duramente golpeados”. Además de la canícula y de El Niño, el “desorden climático” tienen “una incidencia directa en el surgimiento de plagas y enfermedades”.

$!La agricultura y la ganadería sufren la falta de lluvias.