Honduras, oasis para venezolanos que “bajan” y “suben”

No todos los venezolanos que están en Honduras tienen el objetivo de llegar a Estados Unidos.

Foto: Héctor Edú

Venezolanos toman descanso en la acera de un negocio.

jue 15 de diciembre de 2022

6 min. de lectura

“¡Hey, chamo! Una ayudadita, por favor”. Seguramente usted ha escuchado esa frase, o alguna similar, dicha por alguien que se acerca a los vehículos mientras sostiene un rótulo hecho de cartón o una bandera tricolor con estrellas en el centro.

Sí, se trata de ciudadanos de Venezuela que cada vez son más visibles en las calles y avenidas de Honduras, principalmente en San Pedro Sula, municipio que se ha convertido en un refugio para decenas de sudamericanos que abandonaron sus países.

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Pero en Honduras está ocurriendo un fenómeno social que propicia la convergencia de inmigrantes venezolanos, así explicaron varios de ellos a un equipo periodístico de LA PRENSA que corroboró que hay quienes se sienten relativamente “a gusto” en San Pedro Sula.

De acuerdo con los testimonios de los venezolanos, Honduras es el país donde mejor han sido tratados, no sólo por la población que les provee sustento, sino también por la autoridad policial, contrario a lo que, por ejemplo, ocurrió en Guatemala y México, pues allí, según denunciaron, fueron reprimidos y robados por la seguridad del Estado y sufrieron discriminación por la ciudadanía local.

$!Migrantes venezolanos piden dinero en avenida Circunvalación.

“No he pasado hambre en Honduras, desde que me devolvieron para aquí los hondureños me han ayudado mucho, Dios me ha puesto gente buena delante, nos han apoyado, nos han apoyado bastante y es algo que yo agradeceré siempre a la gente de Honduras”, dijo Brayan Josué, un joven venezolano que pedía dinero en la avenida Circunvalación, frente a la 105 Brigada de Infantería.

Él ni siquiera pudo transitar por Guatemala, pues fue expulsado hacia Honduras apenas cruzó por Corinto y así fue como, sin dinero y prácticamente sin energía, quedó varado en la capital industrial.

Allí mismo se ubicaba Endruis Torres, un joven que persigue el ‘sueño americano’ desde hace unos 60 días, pero está en San Pedro Sula desde que las autoridades guatemaltecas frenaron su recorrido.

“Allá, para llegar a Ciudad a Guatemala, los policías te retienen y si no llevas plata te quitan cualquier cosa de valor, como un reloj, un teléfono, y cuando sigues avanzando hay más retenes para quitarte más plata, como unos siete. Pero aquí en Honduras gracias a Dios nos han tratado bien, nadie se mete con nosotros, los hondureños son muy amables”, manifestó.

Para saber
  • > La mayoría de venezolanos usa la Gran Central Metropolitana de Buses para viajar desde San Pedro Sula a Trojes, El Paraíso, para salir hacia Nicaragua, y de Trojes a San Pedro Sula para subir por Corinto.

Un punto de encuentro

Cada vez hay más y más venezolanos en Honduras porque no todos tienen la intención de caminar hacia Estados Unidos, sino que hay un gran porcentaje que más bien pretende regresar a su país luego de fracasar en su intento de cruzar la frontera, de modo que San Pedro Sula, Tegucigalpa y Trojes, El Paraíso, son como puntos de encuentro para los que van y los que vienen.

Hay unos que van subiendo y otros que bajan”, dijo Brayan Josué. “Yo era ayudante en las construcciones, pero el dinero que reunía no me alcanzaba para nada”, agregó, explicando que, pese a que ya fue devuelto una vez, pretende intentar de nuevo ingresar a territorio chapín, pues para él no tiene sentido volver a Venezuela porque “allá no hay futuro”.

Brayan había llegado a esa locación hace apenas unas horas y se encontró con varios compatriotas suyos que desde hace días se reunían allí con sus banderas para pedir dinero. Ese grupo está conformado por inmigrantes de distintas partes de Venezuela, que no son familia, pero se cuidan entre sí como si lo fueran, aunque, eso sí, no todos persiguen ya el mismo objetivo.

“Yo voy a regresar a Venezuela, porque tengo seis años de no ver a mi mamá y a mis hijos. Yo salí en 2016 para irme a Colombia, luego a Ecuador, de ahí me fui a Chile y Bolivia, agarré para Perú, volví a Ecuador y de Ecuador me vine para acá buscando llegar a Estados Unidos”, contó Endruis Torres.

$!Migrante venezolano recibe dinero de un hondureño que transitaba la avenida circunvalación de San Pedro Sula.

La intención de Endruis es visitar a sus dos hijos y a su madre para luego despedirse y moverse como nómada a lo largo y ancho de Sudamérica buscando trabajo.

Por otro lado, sentado en una acera, fatigado y cansado por el sol, estaba Jeremías, un muchacho que acumulaba una semana en San Pedro Sula y no se desplazaba porque no sabía “para dónde agarrar”, si seguir subiendo o volver a su país.

“Yo voy a esperar, aún no me decido qué hacer, por mientras voy a intentar reunir dinero para usarlo cuando me vaya, ya sea para arriba o para abajo”, dijo.

Sépalo

Algunos venezolanos en Honduras fueron retornados desde México y Guatemala. Algunos quieren subir de nuevo, pero otros se resignaron y van de regreso a su país.

Luis Hernández, de 43 años, llevaba colgado en su cuello un rótulo de cartón que tenía la bandera de Venezuela pintada con marcadores. Dijo que él ya había intentado cruzar, llegó hasta México, pero la frontera fue cerrada y no tuvo otra opción que caminar de regreso.

“Mi mensaje a los venezolanos y a todos los extranjeros que todavía están rezagados y piensan subir, como padre de familia, es que no gasten dinero en subir. Van a llegar a ser uno más del montón allá, para desgastarse allá, gastar tiempo, dinero. Es preferible que en el punto donde estén en este momento, regrésense con su familia porque no están dejando pasar a nadie en la frontera. Son miles, miles, miles”, dijo.

$!Migrante venezolano carga su bandera en una calle de San Pedro Sula.

Si el flujo migratorio continúa como hasta la fecha, tanto de ida como regreso, en Honduras, que funciona como un oasis, los migrantes venezolanos continuarán en las principales calles y avenidas de las grandes ciudades.

A diario, cientos de miles intentan lo mismo y pocos lo logran. La patrulla fronteriza de Estados Unidos registró en agosto recién pasado la detención de 25,349 venezolanos. Esa cifra es cuatro veces mayor a los 6,301 detectados en agosto de 2021.