Estados Unidos alienta inversión para frenar migración

Los movimientos migratorios desde Centroamérica hacia los Estados Unidos se han convertido para el país norteamericano en un problema de grandes dimensiones.

En los últimos años, tales movimientos se han visto realzados por el surgimiento de las caravanas migrantes, a través de las cuales decenas de miles de personas se dirigen en una especie de peregrinación hacia la “tierra prometida” que buscan encontrar en el norte del continente.

A diferencia del gobierno de su antecesor, Donald Trump, el de Joe Biden ha sido comparativamente más tolerante ante la oleada migratoria.

Pero su administración quiere ir un paso más allá y atacar la raíz, es decir, la causa subyacente del problema: la falta de oportunidades.

Aunque no todos los que migran lo hacen por motivos económicos, la tesis sostiene que si los migrantes encontrasen en sus propios países las oportunidades que buscan en los EEUU, no tendrían tantos incentivos para migrar, reduciendo con ello la magnitud del problema.

Es por eso que, con esa idea en mente, la administración Biden, a través de la vicepresidenta Kamala Harris, le ha hecho un llamado al sector privado estadounidense.

Este llamado, nombrado apropiadamente “Un llamado a la acción” (“A Call to Action”), busca que las empresas estadounidenses incrementen su presencia (y sus capitales) en los países de donde proceden los migrantes mediante una serie de inversiones que, entre otras cosas, espera crear oportunidades de trabajo y, en suma, mejorar la calidad de vida de la población en los países en los que este programa se ejecute.

El Triángulo Norte de Centroamérica, con Guatemala, Honduras y El Salvador, será una de las regiones en las que este programa va a ser ejecutado.

La idea de concentrar capitales de inversión en el Triángulo Norte del istmo no es nueva. Ya en el año de 2015, el gobierno de Barack Obama lanzó la iniciativa conocida como la “Alianza para la prosperidad”, la cual tenía unos objetivos muy similares a los que persigue “Un llamado a la acción”.

Cabe destacar que en aquella oportunidad fue el mismo Joe Biden, en aquel entonces, el vicepresidente de Obama, el encargado de promover aquella iniciativa.

De acuerdo con un documento oficial del Gobierno de los Estados Unidos, fechado el 27 de mayo de 2021, la vicepresidente Harris lanzó la iniciativa al sector privado del país, en el que llamó a más empresas a sumarse a las que ya estaban invirtiendo en el Triángulo Norte.

En diciembre de 2021, Harris anunció que la respuesta del sector privado a la iniciativa había logrado compromisos de inversión de hasta 1,200 millones de dólares.

Posteriormente, en junio de 2022, Harris anunció otros 1,900 millones de dólares en inversiones adicionales para la región, elevando el monto de inversiones comprometidas hasta alcanzar los 3,100 millones de dólares.

De acuerdo con las fuentes consultadas, hasta mediados de 2022, unas 40 empresas habían respondido al llamado.

Estas proceden de un amplio espectro de rubros, tales como alimentos, servicios digitales, energía, textiles, telecomunicaciones, tarjetas de crédito, componentes automotrices, internet, café, banca, entre otras.

Incluye a empresas que ya tienen presencia en Honduras, tales como Pepsico o Davivienda, pero también a gigantes de la talla de Microsoft, Nespresso o Gap Inc.

Cada una de estas empresas ha comprometido montos de inversión que varían desde varias decenas hasta varios cientos de millones de dólares en los próximos años en sus respectivos campos de acción.

LA PRENSA intentó obtener informaciones específicas para Honduras mediante consultas con la embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa y con la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (Usaid); sin embargo, hasta el momento de la publicación de este reportaje no había recibido la información solicitada.

Esta información incluye los montos de inversión a efectuarse en Honduras, las empresas que harán dichas inversiones, el período durante el cual se ejecutarán y los lugares en los cuales se llevarán a cabo.

Se conoce, por ejemplo, que la empresa de hilados Parkdale Mills anunció en agosto la inversión de unos 180 millones de dólares y la creación de más de 15,000 empleos cuando inaugure su fábrica de hilos en la zona industrial del municipio de Choloma, Cortés (zona norte de Honduras).

Empresarios locales, como Mario Canahuati, manifestaron su entusiasmo tras el anuncio, debido a que la instalación de la fábrica, aparte de generar empleo, ayudará a abastecer de materia prima al sector maquilador hondureño, reduciendo sus costos y haciendo a Honduras un país más competitivo en materia textil.

Al presentar la iniciativa a los empresarios norteamericanos, Harris indicó que esta se basaba en dos principios: que la gran mayoría de las personas no desean irse del hogar ni de la cultura que conocen, mientras que el segundo principio de basa en la capacidad de generar esperanza en las personas de que, si se quedan, las oportunidades que necesitan vendrán a ellos.

Para coordinar todas estas acciones fue creada la organización sin fines de lucro denominada Partnership for Central America (PCA) como el ente de carácter independiente y encargado de coordinar los proyectos de inversión y los recursos para financiarlos.

Sin embargo, es el Departamento de Estado norteamericano la principal agencia de Gobierno encargada de gestionar el seguimiento de la iniciativa en estrecha colaboración con PCA.

En esta capacidad colaboran para conectar a las empresas con socios interinstitucionales estadounidenses como Usaid, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional, los departamentos de Comercio, de Trabajo y organismos no gubernamentales, bancos multilaterales de desarrollo, organismos de Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y funcionarios gubernamentales relevantes de los países que componen el Triángulo Norte del istmo centroamericano.

Queda todavía por comprobar si el potencial éxito de la iniciativa se traducirá en un marcado descenso en los niveles de migración desde los países de la región.

La esperanza del Gobierno estadounidense es que, en el largo plazo, las oportunidades y el desarrollo económico sean la solución que acabe con la saturación de su frontera.

San Pedro Sula. Grandes nombres empresariales se han sumado a la iniciativa “Un llamado a la acción.”

El gigante informático Microsoft aportó el desarrollo de centros de formación para acceso digital, energía limpia y acceso a banda ancha.

Nespresso, por su parte, comprometió $150 millones en compras de café, incluyendo por primera vez a Honduras entre sus proveedores del grano aromático. MasterCard trabaja en dar acceso financiero y digital a las mipymes.