Es urgente dragar los ríos Chamelecón y Ulúa

“Esto es una pesadilla. Nosotros nacimos, nos criamos y vivimos en La Lima, y cada vez que llueve la preocupación, zozobra y la impotencia nos agobia”. Es el sentir de Marlen Álvarez, una limeña que hasta perdió la cuenta de las veces que se ha inundado y ha tenido que salir corriendo para ponerse a salvo.

Con Eta y Iota perdió todo, y esta vez decidió salirse antes porque su madre está enferma y ella no tiene trabajo. Ella, al igual que miles de limeños y habitantes del valle de Sula, no comprenden cómo los Gobiernos han descuidado este asunto, sin tomar verdaderas decisiones para que esta situación termine. Los bordos hasta mucho han aguantado, pero ya es “tiempo de que hagan algo y urgente, porque si nos viene otra lluvia no sabemos si podremos sobrevivir”, advierte la limeña.

La lógica le dice a Marlen que la solución es la construcción de las famosas represas, pero confiesa que cumplirá 42 años y desde que es niña escucha de eso. “La verdad ya perdí hasta la esperanza de ver que ese proyecto será una realidad; pero algo deben hacer para protegernos porque no somos uno, sino miles”, fustigó.

Cuando llueve en el occidente sin parar no solo se ve afectada la infraestructura de aquella zona, sino que los ríos Ulúa y Chamelecón se desbordan y la historia se repite.

Con los efectos del cambio climático, las inundaciones se han vuelto más repetitivas, lo que obliga a las autoridades a buscar soluciones inmediatas. Las cámaras de comercio y otras organizaciones de los municipios del valle de Sula están haciendo sus análisis y contabilizando pérdidas, y coinciden en que la solución es construir las represas, conscientes de que esto llevará su tiempo, mientras tanto hay que actuar de inmediato.

El presidente regional de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Fabián Brown, explica que la construcción de las represas es la solución, pero lo urgente e inmediato es desazolvar y dragar los ríos, más la reconstrucción de los bordos con un diseño actualizado. “Lo primero que se tiene que hacer es el dragado de los ríos, que no es el común, sino que se tienen que recuperar el cauce y las profundidades del Ulúa y Chamelecón”, asegura.

Brown explica que se tiene que retirar el sedimento acumulado de más de 40 años porque “los ríos están llenos de material, y cuando tienen sus picos por las tormentas y huracanes se acumulan más”.

A juicio del presidente regional, es urgente crear los mecanismos legales, vía Congreso Nacional o decreto ejecutivo, para generar los fondos, ya sea con la banca, organismos multilaterales, cooperantes internacionales o quien pueda apoyar a la emergencia.

Explica que los bordos son la última línea de defensa y, en efecto, han soportado; pero en este momento se deben diseñar correctamente y actualizarlos.

Lo positivo en medio de la tragedia es que Honduras cuenta con profesionales de la ingeniería expertos en el área y las empresas tienen equipos para poder realizar estos trabajos, que son urgentes, reiteró.

Fue claro al manifestar que no funciona el sistema si no se trabaja con represas, dragado y bordos, pero en este momento la prioridad es desazolvar y dragar el Chamelecón y Ulúa, aseguró.

“Si no actuamos, llegaremos al extremo que nadie querrá invertir en esta zona, que es donde generamos el 70% del PIB, y no podemos seguir así”, consideró.

Osmín Bautista, un ingeniero civil con especialidad en hidráulica y saneamiento, dice que desde hace más de 30 años se están haciendo las recomendaciones. “Desde los años 70 se viene hablando de construir represas y se ha quedado el tema en papeles y palabras”.

Es contundente y coincide con Brown en que la urgencia en este momento es dragar y desazolvar los ríos. “Estos fenómenos estarán recurriendo cada dos años por el efecto del cambio climático”.

Recomienda reforestar las cuencas altas de los ríos Chamelecón y Ulúa, además de la limpieza de cauces y dragado de los ríos Ulúa, Chamelecón y Tinto, comenzando desde sus desembocaduras.

También se deben incluir los 107 kilómetros de los siete alivios que la Tela Railrod Company venía realizando hasta en las décadas de los 60 y 70. A su criterio, estas prácticas deben realizarse mientras se construyen las represas Jicatuyo, Llanitos y Tablón.

Detalla que solo con bordos es imposible proteger a la gente del valle de Sula y a la millonaria inversión productiva existente. “Durante el proceso de construcción de las represas, la limpieza y los dragados ayudarán ostensiblemente a que los bordos funcionen mejor. Después de construidas las represas probablemente no hablaremos más de los bordos y el dragado menguará”, manifestó.

Martín Mayorquín, ingeniero civil y miembro de la Fundación para el Desarrollo del Valle de Sula, enumera las acciones que se deben priorizar. “Iniciar urgente el dragado de los canales y de los ríos Ulúa y Chamelecón desde el valle hasta el delta de sus desembocaduras en el litoral”.

Considera que se tiene que reforzar la construcción de los bordos para que sean estructuras hidráulicas resistentes a la erosión y asentamiento; además, ampliar la anchura de los canales en los tramos que lo requieran para aumentar su capacidad hidráulica.

Mayorquín considera que iniciar la construcción de la represa El Tablón a inicios de 2023 debe ser prioridad en el plan de país. También el montaje de la Unidad Ejecutora para realizar el proceso de preinversión/contratación de la consultoría para preparar diseños y bases de licitación para la construcción de las represas Los Llanitos y Jicatuyo.