“¡Ay, Dios mío! Dame una respuesta”: madre de hondureño muerto en incendio

Carlota Madrid es una de tres madres que lloran y sufren la angustia de no saber si sus hijos están vivos o muertos.

Foto: Yoseph Amaya

Doña Carlota Madrid, madre de Edin Josué Umaña, una de las víctimas del incendio.

mar 28 de marzo de 2023

15 min. de lectura

Protección, Santa Bárbara

No hay palabras que la alienten, ni consuelo que la calme. El corazón de doña Carlota Madrid está destrozado desde que el nombre de su hijo Edin Josué Umaña salió en una lista donde daban por muerto a 13 hondureños en un centro de detención de migrantes en México.

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En su aldea Nuevo Porvenir, a casi 40 minutos por una escarpada carretera de tierra que la une a la cabecera del municipio de Protección, había incertidumbre y el mismo miedo y dolor los embargaba. De ahí son tres de los 13 jóvenes identificados en México como hondureños.

$!Al menos 13 hondureños estaban en la sede migratoria donde se registró el incendio. Hay al menos 8 sobrevivientes.

Los tres jóvenes se conocen. Crecieron juntos y los unía el sueño de irse para ayudar a sus padres y familias, por eso entre todos juntaron el dinero para el coyote que en menos de ocho días ya los tenía en México.

Edin Josué Umaña Madrid y Jesús Adony Alvarado Madrid son primos y ambos son amigos de Dixon Aarón Córdova.

" ¡Yo estoy sola pensando en todas las cosas de mi hijo! "

Sus casas también son vecinas. En la primera de la aldea Nueva Porvenir lloraba de forma desgarradora doña Carlota. Pensar en su hijo y en los planes que llevaba si lograba cruzar a Estados Unidos, la tenían destrozada.

Nadie les ha llamado desde el Gobierno para calmar su angustia, y por eso claman por respuestas. El alcalde de Protección, José Antonio Guillén, fue casa por casa para compartir la información oficial que tenía y para intentar dar palabras de aliento a las familias que se reunían esperando novedades.

$!Don José Córdova recordó que su hijo Dikson había sido capturado el sábado, pero el domingo les comunicó que tenían un plan para seguir.

Dolor de madre

Solo el hecho de pensar que le haya pasado algo a su hijo la descontrola.

“Yo estoy sola pensando en todas las cosas de mi hijo, las quejas conmigo, que solo las quejas eran conmigo, todo, mami, mire que estoy, ¡ay no!”. “¡Ay! Ay, Dios mío, dame una respuesta, mi querido Señor, para que se me quite esta angustia que tengo, Señor”, decía ante la impotencia y lágrimas de todos aquellos que la acompañaban intentando, con su compañía, darle algo de aliento.

Doña Carlota cuenta cómo fue la última llamada que tuvo con su hijo, el pasado sábado 25 de marzo, a las 7:36 de la mañana. Un día antes, el viernes, él había partido para Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos.

" Ellos se van para Estados Unidos pensando en mejorar, nunca pensando en estas tragedias. "

“Sí, el viernes (también) me habló. Mami, me dijo, voy en un bus para Juárez...”.Lo último que supo por sus vecinos y familiares es que los muchachos estaban detenidos y serían deportados hasta que la infausta noticia de sus posibles muertes les llegó por televisión.

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Entre sollozos, doña Carlota contó que Edin Josué había decidido emprender la peligrosa ruta, aprovechando que tenía cuatro hermanos radicados en territorio estadounidense.

“Quería ayudarnos a nosotros (...) él se quería ir para Estados Unidos, algún amigo lo convenció”, expresó la dolida madre.

Migrantes. Ellos son los 13 hondureños que estaban recluidos en el centro migratorio

$!“¡Ay, Dios mío! Dame una respuesta”: madre de hondureño muerto en incendio

Sobrevivientes identificados según INM: Higinio Alberto Ramírez Torres y Juan Carlos de Jesús Gómez.

$!“¡Ay, Dios mío! Dame una respuesta”: madre de hondureño muerto en incendio

De la aldea Nuevo Porvenir, Protección, Santa Bárbara, son tres de los 13 hondureños que estaban en el fatídico centro de migrantes en México.

$!“¡Ay, Dios mío! Dame una respuesta”: madre de hondureño muerto en incendio

Un milagro

En la segunda casa, a media cuadra de la primera estaba de pie, apoyado en un tanque plástico de agua, don José Córdova Ramos, papá de Dikson.

A él la serenidad lo hacía hablar con pausa y hasta con esperanza, sin embargo, pensar en su muchacho que le dejó una nieta, le llenó por un momento sus ojos de lágrimas.

Recuerda que el sábado pasado, Dikson se comunicó a la casa para avisarles que había sido capturado por las autoridades migratorias mexicanas en un operativo sorpresa. El joven estaba resignado por completo y comunicó que su regreso a Honduras era un hecho de unos cuantos días. Sin embargo, el domingo volvió a llamar a casa, aunque con un tono diferente: los planes no eran regresar, sino continuar rumbo a Estados Unidos.

$!La señora Alba Luz , madre de Jesús Adony Alvarado, de quien no sabía absolutamente nada.

“El domingo platicó con el otro hermanito de él, el que quedó aquí en la casa, y le dijo que tenían esperanza que supuestamente iban a salir y siempre iba a seguir”, contó el señor.

En efecto, “él habló diferente, dijo que tenía una idea más o menos que le habían dado que iba a quedar libre e iba a seguir”.

Sin embargo, 48 horas después, el nombre de Dikson figuraba en el listado de 13 hondureños que estaban en la sede migratoria de Ciudad Juárez donde se registró un incendio que acabó con la vida de al menos 38 migrantes. Se desconoce si el joven sobrevivió o murió en la tragedia.

Ayer martes, su esposa fue la encargada de contarle los hechos: “Me dijo: ‘si ya le dieron la noticia’. No, le digo, ¿qué noticia?, pero yo pensaba que era algo otra cosa”.

La noticia tenía un doble impacto de dolor e incertidumbre, pero tomó fuerzas de la nada para no doblegarse. “Solamente hacerse fuerte, porque me la he llevado de ser fuerte. Más bien mis padres ya murieron y yo di vuelta por ellos. Y siempre fuerte, ¿verdad? Porque es un caos que hay que soportar”. La mamá del joven está medicada por los nervios y la angustia. “Yo le digo que no hay que preocuparse mucho, de todas maneras. Dios sabe lo mejor, hay que hacerse fuerte”.

Aunque don José insta a su familia a ser fuertes, espera un milagro divino para que su hijo esté en el listado de sobrevivientes. “Tenemos esperanza, solamente Dios. Dios es grande y un milagro puede hacer”.

Desconcierto

A menos de un minuto a pie de la casa de don José está la casa de doña Alba Luz Madrid. Ella es la mamá de Jesús Adony Alvararado. “No sé nada de él”, resume la señora, quien detalló que su hijo trabajaba en una fábrica en San Pedro Sula, donde también vivía con su esposa, con quien tenía un hijo y está próximo a convertirse en papá nuevamente (la mujer tiene siete meses de embarazo).

Pero doña Alba es más lo que ignora que lo que conoce del caso. “Quisiera saber cómo se encuentra él, quisiera que esté vivo, uno se siente mal”.