10/12/2024
09:29 PM

Tiempos de cambio y tensión

Renán Martínez

El anhelo de ver salir el sol de una nueva Honduras con la elección de Iris Xiomara Castro no se desvanece pese a los problemas que comenzaron a suscitarse desde que ella asumió el poder, entre ellos la división en el Congreso Nacional que, afortunadamente, ya se resolvió con un acuerdo de unidad partidaria.

El pueblo, que votó en forma masiva por ella, sigue confiando en sus buenas intenciones de revertir los desaciertos del Gobierno anterior. Fue este régimen nacionalista el que dejó guijarros en el camino que la Presidenta empieza a recorrer, aunque hay que reconocer que también los mismos dirigentes de la alianza que la llevó al poder, están haciendo difícil el cumplimiento del cambio prometido.

Nunca antes un gobernante se había encontrado con tantos acontecimientos adversos tras asumir el cargo como los que se están dando durante el estreno en el poder de la señora Castro. Ni bien se había sentado en el sillón presidencial cuando ya había airadas protestas en todo el país, derivadas de incumplimientos administrativos de los funcionarios salientes. Estos reclamos tempranos de trabajadores en los ramos de Educación y Salud, especialmente, no solamente desequilibran su mandato, sino que aumentan la tensión del conglomerado ansioso de tranquilidad. Por supuesto que los trabajadores tienen la potestad de exigir que se respeten sus derechos, y el Estado el deber de cumplirlos. Sin embargo, la tolerancia y comprensión son imperativas para lograr la concordancia entre el Gobierno y los reclamantes quienes debieron esperar el momento oportuno para presentar sus exigencias sin alborotos, pues las nuevas autoridades no son culpables de errores ajenos.

La aprobación del polémico Decreto de Amnistía para la Liberación de Presos Políticos por parte del Congreso presidido por Luis Redondo no deja tampoco de distraer la atención de la gobernante hacia temas prioritarios de su agenda. Analistas afirman que esa ley está dirigida a proteger ex funcionarios, ahora militantes del Partido Libre, enjuiciados por su implicación en actos de corrupción. Tales aseveraciones son compartidas por diputados del Partido Salvador de Honduras (PSH), quienes parecen dispuestos a echar por la borda el susodicho decreto. Esto podría agudizar las discrepancias entre Libre y el PSH, lo que provocaría otro dolor de cabeza para doña Xiomara.

Lo razonable era que se legitimara uno de los Congresos. Ahora que eso se logró, este Parlamento debe comenzar por aprobar leyes encaminadas a combatir la corrupción, incentivar la inversión y crear oportunidades de empleo que son prioritarias para reactivar la economía del país.