Desde el año 2000 hasta la actualidad nació un promedio de 3.8 millones de personas en Honduras, siendo el 43% del total, 9,300,000 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
A esta nueva generación del siglo XXI se les conoce como los milenios digitales, pues son parte de la sociedad tecnológica globalizada donde su principal herramienta es el teléfono celular y sus innumerables funciones, con todo tipo de aplicaciones, desde un juego infantil hasta una plataforma profesional.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en el país hay aproximadamente unos 8 millones de teléfonos móviles celulares; es decir, de cada 9 personas 8 tienen estos aparatos.
Más las tradicionales tabletas digitales, que se han vuelto comunes en los niños y niñas en edades de 3 a 10 años, con una variedad de juegos programados por los padres de familia.
Las muñecas y los carritos, juguetes especialmente tradicionales, desaparecieron y la tecnología es parte diaria de la vida de ellos y ellas, pues la tecnología se ha convertido en la niñera preferida.
Incluso, muchas madres controlan a sus hijos e hijas con solo prestarles el teléfono de uso personal en esos momentos de rebeldía, motivo por el cual la mayoría de esos celulares tienen las pantallas quebradas.
Hay casos extremos de bebés que en una manito andan el biberón y en la otra el teléfono en mal estado embarrado de leche que dejaron de usar sus padres.
Se dan situaciones en que esos niños auxilian a sus abuelos cuando tienen problemas con el uso de sus teléfonos. Además, son adictos a tomarse selfis hasta con sus mascotas.
Esos son los niños y niñas digitales del siglo XXI en un país llamado Honduras.
