03/05/2024
11:11 AM

Más impunidad

Sergio Banegas

La impunidad se define como una excepción de castigo o escape de la sanción que implica una falta o delito. Ese es un problema estructural, sistémico, e histórico en Honduras. A lo largo de las décadas nuestro país se ha forjado a pulso una imagen de ser alérgico a la transparencia en cuanto a la administración pública se refiere.

Pero ello no debería seguir siendo así, el pueblo hondureño votó masivamente el pasado 28 de noviembre anhelando un cambio después de la nefasta última década; no eligió a las nuevas autoridades solamente para deshacerse del antiguo régimen ilegal y corrupto, eligió con la esperanza de que los asuntos de Estado y Gobierno se manejen de manera honesta.

Sin embargo, el Congreso Nacional aprobó en semanas anteriores la Ley de Amnistía que jurídicamente no ha debido incluir delitos contra la administración pública como abuso de autoridad y malversación de caudales públicos; una cosa son las conductas de carácter político como la protesta, la rebelión, entre otras, y otras muy distintas las conductas delictivas que socavan los intereses pecuniarios del erario.

En ese contexto, y de manera desafortunada, hemos observado cómo dos exfuncionarios de la administración 2006-2009 han recibido como confites en fiesta infantil sendas cantidades de cartas de libertad que los eximen de toda persecución y responsabilidad penal por delitos no políticos, sino contra la administración pública.

Si el país quiere regresar a la senda de la transparencia y de la institucionalidad, si queremos reconstruir el Estado de derecho, si requerimos limpiar el honor de la patria ante la comunidad internacional y así dejar de ser de los países más corruptos del orbe; pues esta no es la senda.

El nuevo Gobierno y el Congreso Nacional aún tienen amplio margen de caudal político de legitimidad; pero ello no debe inducirles a la tentación del poder que hace creer que pueden hacer lo que quieren; no se legisla de esa manera; es tiempo de que la responsabilidad y la decencia regresen a los escenarios públicos; si esto falta solo estaremos dando vueltas alrededor del desierto donde el sol empezará a sofocar cada vez mas a la población.