25/04/2024
04:25 PM

Corte que arde

Sergio Banegas

El Congreso Nacional se apresta en el futuro próximo a elegir a los quince magistrados de la nueva Corte Suprema de Justicia que asumirá en 2023. Ya en 2016 vivimos un tiempo de zozobra y de crisis institucional cuando en el seno del Poder Legislativo se alargó más allá de lo esperado tal elección por diversos factores.

Este periodo judicial ha sido nefasto para los intereses y aspiraciones de justicia del pueblo hondureño; el abogado Argueta se despide con muchísima deuda y debilísimo avance de su gestión al frente de tan importante poder del Estado. Se debilitó el Estado de derecho precisamente porque los magistrados del poder judicial obedecieron a pie juntillas los dictados del aciago Poder Ejecutivo que los enclaustró en sus penosos y oscuros intereses personales. Las altas expectativas que se generaron en aquel entonces fueron rápidamente diluidas ante la evidente injerencia política y económica.

Ahora el panorama parece el mismo, estamos próximos a vivir de nuevo un “estira y encoje” entre el partido oficialista y los partidos de oposición por repartirse la mejor tajada posible; por los vientos que soplan el partido de gobierno tendrá al menos 5 magistrados y, por supuesto, la presidencia de ese poder estatal.

Con ello será más que suficiente para tener el poder centralizado, pues, aunque la oposición tenga 10 magistrados en los estrados, en la práctica los dictados de la presidencia de ese poder del Estado se impone sí o sí en las agendas y resoluciones del pleno.

Desafortunadamente los políticos de nuestra patria adolecen de valor moral, ético y ciudadano para ser voces que tengan autoridad para demandar reales cambios; por ejemplo, la oposición de hoy quiere una corte independiente, pero ellos mismos se repartieron a fuerza de millones la presente en ese gran maridaje nacional liberal. Y los que antes demandaban esa independencia, como ahora son gobierno ya no impulsan la no injerencia partidista, todo lo contrario, en el son de la justicia social se harán de la presidencia de ese poder del Estado. Así las contrariedades pasadas, presentes y futuras de nuestra patria.