Inesperadamente y sin haberlo planificado el gobierno digital se está convirtiendo en una herramienta muy importante en la lucha contra la corrupción, empero, se necesita mucha más inversión y garantizar que el acceso a estas nuevas herramientas sean asequibles a la mayoría de la población. Sin embargo, todo indica que esta nueva forma de gobierno puede ser capaz de dejar atrás el virus de la corrupción, un mal que se trata de combatir, pero que siempre encuentra formas sutiles de permear los procesos burocráticos.
Si algo bueno nos ha traído la pandemia, ha sido el aceleramiento de los procesos tecnológicos para el gobierno digital. Estos procesos se muestran tan prometedores que pueden cambiar la forma de hacer gobierno y tener un gran impacto en la dinamización y modernización de la economía. Los resultados se pueden palpar cuando se ve el impacto positivo que estos procesos están teniendo en la vida de los ciudadanos.
No para disculparlos, pero sí para decir que no todos son culpables, la mayoría de los burócratas interpreta que su papel en la administración pública es estorbar lo más que pueda cualquier trámite por sencillo que parezca.
Hay trámites que se inician, pero que nunca finalizan por el cansancio del ciudadano que no encuentra una respuesta rápida, oportuna y correcta. Claro quedan todavía los resabios propios de la descoordinación entre las mismas entidades estatales, que no pueden establecer una forma uniforme de abordar cualquier proceso burocrático con el público.
El ahorro en tiempo es un componente fundamental en el proceso del gobierno digital, tocando la descentralización del Estado, ya que el acceso que el ciudadano puede tener a cualquier trámite por remoto, vuelve este proceso ágil, democrático y participativo. Realmente, cuando los procesos se agilizan se ven beneficiados desde aspectos económicos hasta psíquicos, pues no es menos cierto que las trabas gubernamentales, la mala atención y el retardo de un trámite contribuye al pesimismo de la ciudadanía y a abrigar un sentido de falta de realización.
La medición en el tiempo mismo que se puede hacer de la eficiencia de un servidor público no admite prueba en contrario, la digitalización permite tener pruebas concretas de la capacidad de un empleado público, de dar una respuesta a la ciudadanía y del tiempo que lleva en entregar finalmente un producto o servicio gubernamental. Resulta impresionante también, el impacto que estas formas de gobierno digital pueden tener en el medio ambiente al reducirse la circulación vehicular, ya que cuando el ciudadano no tiene que movilizarse de un lugar a otro, el ahorro en el gasto de combustible también se cuenta entre los beneficios del gobierno digital.
Empero, creemos que donde más impacto podría tener esta digitalización de los procesos gubernamentales es en el campo del combate a la corrupción, ya que está permitiendo acortar los plazos, controlar los tiempos de respuesta y evita una interacción entre el ciudadano y el servidor público, lo que disminuye las oportunidades de que el ciudadano se vea afectado por una conducta anómala de un servidor público, al sujetarse a una respuesta digitalizada a su petición.
