25/04/2024
11:24 AM

Las grandes oportunidades de AL

Andrés Oppenheimer

En medio del pesimismo reinante por la actual crisis económica, América Latina tiene una oportunidad de oro para crecer gracias a varias nuevas tendencias mundiales. Pero la gran pregunta es si la región sabrá aprovecharlas en lugar de distraerse con estupideces.
En primer lugar, cada vez más empresas multinacionales están mudando sus fábricas de China a otros países manufactureros. Eso podría ser una bendición para México, Colombia y otros países latinoamericanos.

Las multinacionales estadounidenses, incluidas las que fabrican respiradores requeridos por los hospitales por el virus, se vieron paralizadas cuando sus fábricas en China cerraron por la pandemia. Ahora quieren diversificar sus fuentes de suministros para que no les vuelva a pasar.

Además, muchas multinacionales estadounidenses con plantas en China temen que la guerra comercial entre EE.UU. y China continúe, y están preocupadas por el aumento de los costos laborales en China. Para no depender exclusivamente de China, algunas están mudando sus fábricas al resto de Asia, o a otros países más cercanos a EE UU. Los economistas llaman a esta última tendencia el “near-shoring”.

Según estudios internos del BID, hay unos $80,000 millones en productos importados por EE UU de China por año que podrían ser reemplazadas por exportaciones latinoamericanas. Incluso, si América Latina reemplazara solo una fracción de esas exportaciones chinas, sería una bendición para las economías latinoamericanas.

“Es una oportunidad inmensa para la región”, me dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone. “Cuando se cerraron las fronteras mundiales por el covid-19, la mejor experiencia que tuvieron las empresas fue aquí mismo, en el hemisferio occidental”. En segundo lugar, el presidente electo Joe Biden ha prometido aprobar un paquete de estímulo de 3 billones de dólares, que junto con la vacuna covid-19 haría crecer la economía de EE UU y el mundo. Incluso si el Congreso no aprueba un paquete económico tan grande, es probable que la economía de EE UU crezca hasta un 4% el próximo año. Eso daría lugar a más importaciones estadounidenses de América Latina y más remesas familiares de inmigrantes a sus países de origen.

En tercer lugar, Biden ha prometido aprobar una reforma migratoria podría darle estatus legal a muchos de los 11 millones de indocumentados. Eso significaría mejores trabajos para ellos y más remesas a sus países de origen.

Cuarto, la pandemia de covid-19 ha acelerado la tendencia global hacia el trabajo en línea. La digitalización hará que sea mucho más fácil para los contadores, ingenieros de datos, diseñadores de páginas web, artistas y otros trabajadores del conocimiento de Argentina, Chile, Colombia y otros países exportar sus servicios a todo el mundo.

Eso ya está sucediendo. Las plataformas globales de trabajo en línea como Upwork.com, Toptal.com y Designhill.com están creciendo como nunca. Upwork.com, que conecta a trabajadores freelance con empleadores en 180 países, tiene 18 millones de trabajadores registrados y más de 5 millones de empleadores en línea. En 2014, tenía solo 8 millones de trabajadores registrados y 2,5 empleadores. Pero, claro, los países latinoamericanos tienen que aprovechar estas megatendencias.

Desafortunadamente, muy pocos de ellos están trabajando en atraer a las multinacionales o fomentar sus exportaciones. Colombia lo está haciendo, pero México y Argentina no. En lugar de gastar sus energías en convertir a México en la fábrica de las Américas, el presidente Andrés Manuel López Obrador parece obsesionado con cosas como recuperar el penacho del emperador Moctezuma de Austria, y exigir una disculpa de España por los crímenes cometidos durante la conquista. ¡Despierta, Latinoamérica! ¡Es el momento de atraer fábricas de Asia y mejorar la calidad educativa para poder exportar más servicios en la nueva economía digital! En medio de la crisis, hay nuevas oportunidades que no se pueden desperdiciar!