Washington, Estados Unidos.
Aún no ha tomado posesión de su cargo como presidente de los Estados Unidos, pero Donald Trump ya evocó la posibilidad de un acuerdo de reducción de armas nucleares con Moscú a cambio del levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia por el mandatario saliente, Barack Obama.
“Hay sanciones contra Rusia. Vamos a ver si podemos hacer buenos acuerdos con Rusia. Pienso que el armamento nuclear debe ser reducido sensiblemente, eso formaría parte de los mismos”, dijo Trump en una entrevista con el Times de Londres.
“Las sanciones hacen mucho daño actualmente a Rusia, pero pienso que puede salir algo que beneficie a mucha gente”, agregó el presidente electo, que no oculta su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin.
La medida, por supuesto, levantó una oleada de críticas en EUA, destacando la reacción del jefe de CIA, John Brennan, quien advirtió que el próximo mandatario estadounidense “no tiene una apreciación completa de las capacidades, intenciones y acciones de Rusia”
“El señor Trump tiene que entender que absolver a Rusia de varias acciones que ha tomado en el pasado es un camino que él piensa que tiene que ser muy, muy cuidadoso de recorrer”, manifestó.
Poco antes de Navidad, Donald Trump había agitado el espectro de una carrera armamentista al advertir que Estados Unidos respondería a todo incremento del arsenal nuclear de otra potencia, sin citar a Rusia o China.
Desde entonces, el futuro jefe de la diplomacia norteamericana elegido por Trump, el expresidente de la petrolera ExxonMobil Rex Tillerson, aseguró que Washington seguiría obrando a favor de la no proliferación nuclear.
Contra la OTAN
Trump volvió a descargar contra la OTAN, afirmando que está “obsoleta” y denunció que muchos Estados no invierten lo necesario en defensa.
El magnate afirmó que para él la Alianza Atlántica es “muy importante”, pero recuerda que fue diseñada hace mucho tiempo y no se ha ocupado del terrorismo.
Trump también acusó a la canciller Angela Merkel de haber cometido “un error catastrófico al haber dejado entrar en el país a todos esos ilegales”, en referencia a su política de refugiados.
Aún no ha tomado posesión de su cargo como presidente de los Estados Unidos, pero Donald Trump ya evocó la posibilidad de un acuerdo de reducción de armas nucleares con Moscú a cambio del levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia por el mandatario saliente, Barack Obama.
“Hay sanciones contra Rusia. Vamos a ver si podemos hacer buenos acuerdos con Rusia. Pienso que el armamento nuclear debe ser reducido sensiblemente, eso formaría parte de los mismos”, dijo Trump en una entrevista con el Times de Londres.
“Las sanciones hacen mucho daño actualmente a Rusia, pero pienso que puede salir algo que beneficie a mucha gente”, agregó el presidente electo, que no oculta su admiración por el presidente ruso Vladimir Putin.
La medida, por supuesto, levantó una oleada de críticas en EUA, destacando la reacción del jefe de CIA, John Brennan, quien advirtió que el próximo mandatario estadounidense “no tiene una apreciación completa de las capacidades, intenciones y acciones de Rusia”
“El señor Trump tiene que entender que absolver a Rusia de varias acciones que ha tomado en el pasado es un camino que él piensa que tiene que ser muy, muy cuidadoso de recorrer”, manifestó.
Poco antes de Navidad, Donald Trump había agitado el espectro de una carrera armamentista al advertir que Estados Unidos respondería a todo incremento del arsenal nuclear de otra potencia, sin citar a Rusia o China.
Desde entonces, el futuro jefe de la diplomacia norteamericana elegido por Trump, el expresidente de la petrolera ExxonMobil Rex Tillerson, aseguró que Washington seguiría obrando a favor de la no proliferación nuclear.
Contra la OTAN
Trump volvió a descargar contra la OTAN, afirmando que está “obsoleta” y denunció que muchos Estados no invierten lo necesario en defensa.
El magnate afirmó que para él la Alianza Atlántica es “muy importante”, pero recuerda que fue diseñada hace mucho tiempo y no se ha ocupado del terrorismo.
Trump también acusó a la canciller Angela Merkel de haber cometido “un error catastrófico al haber dejado entrar en el país a todos esos ilegales”, en referencia a su política de refugiados.
