Bogota, Colombia
El 'No' al acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC pone un freno directo al proceso que ya se daba por realizado dentro y fuera del país y obliga al replanteamiento, o en el peor de los casos al cierre de la negociación.
“Se abren las puertas para mejorar y corregir esos acuerdos”, dijo Óscar Iván Zuluaga, director del Centro Democrático al diario El Tiempo de Bogotá.
Al parecer esa es la vía que buscará el Gobierno de Juan Manuel Santos, que tras conocer el resultado del pueblo se reunió de emergencia con los negociadores. También será una prueba de tolerancia a la cúpula guerrillera.
“La pregunta es si el Ejecutivo se la jugaría para seguir adelante con una nueva negociación”, dijo Miguel García, catedrático de la Universidad de Los Andes al mismo medio.
La oposición al proceso también fue la primera en hacer un llamado al Gobierno para acercarse y renegociar y lograr un acuerdo mejor definido.
Pero con solo dos años antes de terminar el mandato, y teniendo en cuenta que el acuerdo que no pasó tomó cuatro años en lograrse, es muy poco probable que esto se produzca.
Para el exalcalde de Bogotá Jaime Castro, uno de los promotores del ‘No’, “tal y como lo previó la Corte Constitucional, puede ocurrir que se renegocie el acuerdo o se suscriba uno nuevo, y también puede abrírsele la puerta a una asamblea constituyente”.
Renunciar sería la última opción y esto sumiría al país en una nueva guerra que luego de 60 años ha demostrado que no ha dejado vencedores de ningún lado.
