Vaticano.
El papa Francisco, cuyo estilo de vida modesto es bien conocido, pidió el sábado a médicos y voluntarios en África que recen para que él sea “cada día más pobre”.
“Les pido, por favor, que recen también por mí. Para que el Señor me haga cada día más pobre”, dijo al recibir en el Vaticano a los miembros de la asociación Médicos con África. El papa denunció en su discurso “las periferias geográficas” del mundo, refiriéndose a “los países más pobres del continente africano”.
“En África, demasiadas mamás mueren durante el parto y demasiados niños no superan su primer mes de vida, debido a la malnutrición y las grandes endemias”, lamentó el pontífice.
Felicitó a los voluntarios de esta asociación, asegurando que daban la imagen de una Iglesia “que no es una ‘súper clínica para (gente) VIP’, sino más bien un ‘hospital de campaña’”. Y les recordó que la salud es un “derecho humano fundamental para todos” y advirtió de que “no es un bien de consumo, sino un derecho universal, por lo que el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un privilegio”.
Esta oenegé actúa desde hace más de 60 años en varios de los países más pobres de África.
El papa Francisco, cuyo estilo de vida modesto es bien conocido, pidió el sábado a médicos y voluntarios en África que recen para que él sea “cada día más pobre”.
“Les pido, por favor, que recen también por mí. Para que el Señor me haga cada día más pobre”, dijo al recibir en el Vaticano a los miembros de la asociación Médicos con África. El papa denunció en su discurso “las periferias geográficas” del mundo, refiriéndose a “los países más pobres del continente africano”.
“En África, demasiadas mamás mueren durante el parto y demasiados niños no superan su primer mes de vida, debido a la malnutrición y las grandes endemias”, lamentó el pontífice.
Felicitó a los voluntarios de esta asociación, asegurando que daban la imagen de una Iglesia “que no es una ‘súper clínica para (gente) VIP’, sino más bien un ‘hospital de campaña’”. Y les recordó que la salud es un “derecho humano fundamental para todos” y advirtió de que “no es un bien de consumo, sino un derecho universal, por lo que el acceso a los servicios sanitarios no puede ser un privilegio”.
Esta oenegé actúa desde hace más de 60 años en varios de los países más pobres de África.
