Managua, Nicaragua.
Nicaragua evaluaba ayer un diálogo nacional para buscar salidas a la crisis desatada por una ola de protestas y violentos choques con la policía que dejaron 34 muertos, aunque aún no se fijó una fecha ni se conoce quiénes participarán.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos ( Cenidh) contabilizaba hasta el martes 34 muertos, entre ellos algunos desaparecidos que fueron encontrados por familiares en la morgue del Instituto de Medicina Legal de Managua y personas que fallecieron en el hospital tras resultar heridas durante las protestas.
Tras seis días de manifestaciones, enfrentamientos con la policía, saqueos y caos, desde el martes no se registraban protestas ni barricadas en las rutas. El gobierno aportó a la distensión al no reprimir una multitudinaria marcha el lunes, con la liberación el martes de los detenidos durante las manifestaciones y levantando el bloqueo a un canal de TV censurado.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, anunció el martes que aceptaba servir de “mediador y testigo” de un diálogo convocado por el presidente Daniel Ortega, pero insistió en que el gobierno “evite todo acto de violencia”.
Ortega y la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo agradecieron a Brenes y la Conferencia Episcopal por aceptar participar en el diálogo.
“Todo diálogo es una apuesta a la paz y al entendimiento”, comentó el jurista y analista independiente Mauricio Herdocia, quien consideró que el principal reto para la iglesia católica es acercar a las partes para alcanzar acuerdos.
Los frailes franciscanos de Nicaragua condenaron ayer la represión del Gobierno, que dejó al menos 428 heridos y 200 personas presas o desaparecidas y mostraron su apoyo a un diálogo que incluya a todos los sectores.
Aunque la población y los estudiantes que participan en las protestas se han opuesto a un diálogo entre el Gobierno y el sector privado porque consideran que ninguna de las partes los representa, los franciscanos apoyaron dicha posibilidad. “Sugerimos la participación de todos los sectores de la sociedad en el diálogo nacional”, indicaron los religiosos.
Demanda
El Movimiento estudiantil nicaragüense 19 de abril exigió ayer la destitución inmediata de los mandos policiales y que sean sometidos a un proceso “verificado” en la Justicia interamericana por la represión a las protestas en el país.
En una declaración, el Movimiento 19 de abril, formado principalmente por los estudiantes que permanecen atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), responsabiliza a los mandos policiales de ser los autores directos tanto de la represión a los manifestantes como de las muertes.
Nicaragua evaluaba ayer un diálogo nacional para buscar salidas a la crisis desatada por una ola de protestas y violentos choques con la policía que dejaron 34 muertos, aunque aún no se fijó una fecha ni se conoce quiénes participarán.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos ( Cenidh) contabilizaba hasta el martes 34 muertos, entre ellos algunos desaparecidos que fueron encontrados por familiares en la morgue del Instituto de Medicina Legal de Managua y personas que fallecieron en el hospital tras resultar heridas durante las protestas.
Tras seis días de manifestaciones, enfrentamientos con la policía, saqueos y caos, desde el martes no se registraban protestas ni barricadas en las rutas. El gobierno aportó a la distensión al no reprimir una multitudinaria marcha el lunes, con la liberación el martes de los detenidos durante las manifestaciones y levantando el bloqueo a un canal de TV censurado.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, anunció el martes que aceptaba servir de “mediador y testigo” de un diálogo convocado por el presidente Daniel Ortega, pero insistió en que el gobierno “evite todo acto de violencia”.
Ortega y la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo agradecieron a Brenes y la Conferencia Episcopal por aceptar participar en el diálogo.
“Todo diálogo es una apuesta a la paz y al entendimiento”, comentó el jurista y analista independiente Mauricio Herdocia, quien consideró que el principal reto para la iglesia católica es acercar a las partes para alcanzar acuerdos.
Los frailes franciscanos de Nicaragua condenaron ayer la represión del Gobierno, que dejó al menos 428 heridos y 200 personas presas o desaparecidas y mostraron su apoyo a un diálogo que incluya a todos los sectores.
Aunque la población y los estudiantes que participan en las protestas se han opuesto a un diálogo entre el Gobierno y el sector privado porque consideran que ninguna de las partes los representa, los franciscanos apoyaron dicha posibilidad. “Sugerimos la participación de todos los sectores de la sociedad en el diálogo nacional”, indicaron los religiosos.
Demanda
El Movimiento estudiantil nicaragüense 19 de abril exigió ayer la destitución inmediata de los mandos policiales y que sean sometidos a un proceso “verificado” en la Justicia interamericana por la represión a las protestas en el país.
En una declaración, el Movimiento 19 de abril, formado principalmente por los estudiantes que permanecen atrincherados en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), responsabiliza a los mandos policiales de ser los autores directos tanto de la represión a los manifestantes como de las muertes.
