Managua, Nicaragua.
Los nicaragüenses guardan las esperanzas de encontrar con vida a 8 de los mineros que aún se encuentran soterrados, luego de que un socavón los dejara atrapados en una vieja mina de oro en la que laboraban, el pasado jueves.
El delegado del gobierno en la Costa Caribe, Lumberto Campbell, indicó en un informe brindado a las autoridades, que alrededor de 100 mineros artesanales, que conocen el yacimiento, se han sumado a las labores de búsqueda y rescate.
Dichas labores se encuentran coordinadas por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
De acuerdo con el Gobierno, 27 buscadores de oro quedaron atrapados el jueves, junto a otros dos que lograron salir por sus propios medios a la superficie, en una antigua mina artesanal en el municipio de Bonanza, tras un derrumbe en el cerro El Comal.
Señales de vida
Las brigadas de rescate seguían ayer sin detectar señales de vida a medida que se acercan al lugar donde estarían retenidos los 8 mineros desaparecidos, según fuentes en la zona.
“No hay ninguna señal de ellos, pero es difícil dar un pronóstico, seguimos buscándolos hasta encontrarlos, no se descansará”, dijo Marcela Castillo, empleada de la minera Hemco, que colabora en la búsqueda.
“Cremos que dentro de poco tiempo podemos acceder adonde están atrapados, de acuerdo a la información de uno de los mineros que estuvo soterrado”, agregó el jefe de las operaciones de búsqueda del cuerpo de Bomberos, Javier Amaya.
El viceministro de Gobernación, Carlos Nájar, declaró que algunas herramientas de trabajo de los mineros desaparecidos fueron encontradas ayer en otro punto de ingreso al yacimiento conocido como El Meneíto, que es “una garganta de difícil acceso”.
Entre las herramientas encontradas están un mazo, una lanza y una lámpara que sus compañeros identifican como de uno de los desaparecidos y creen que “podemos encontrarlo con vida”, según Nájar.
Desde el sábado se realizaron 25 incursiones dentro de la mina, en cuyo interior hay un terreno inestable, con varias fallas y por eso “hay que ir de puntillas”, declaró Campbell.
Los nicaragüenses guardan las esperanzas de encontrar con vida a 8 de los mineros que aún se encuentran soterrados, luego de que un socavón los dejara atrapados en una vieja mina de oro en la que laboraban, el pasado jueves.
El delegado del gobierno en la Costa Caribe, Lumberto Campbell, indicó en un informe brindado a las autoridades, que alrededor de 100 mineros artesanales, que conocen el yacimiento, se han sumado a las labores de búsqueda y rescate.
Dichas labores se encuentran coordinadas por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).
De acuerdo con el Gobierno, 27 buscadores de oro quedaron atrapados el jueves, junto a otros dos que lograron salir por sus propios medios a la superficie, en una antigua mina artesanal en el municipio de Bonanza, tras un derrumbe en el cerro El Comal.
Señales de vida
Las brigadas de rescate seguían ayer sin detectar señales de vida a medida que se acercan al lugar donde estarían retenidos los 8 mineros desaparecidos, según fuentes en la zona.
“No hay ninguna señal de ellos, pero es difícil dar un pronóstico, seguimos buscándolos hasta encontrarlos, no se descansará”, dijo Marcela Castillo, empleada de la minera Hemco, que colabora en la búsqueda.
“Cremos que dentro de poco tiempo podemos acceder adonde están atrapados, de acuerdo a la información de uno de los mineros que estuvo soterrado”, agregó el jefe de las operaciones de búsqueda del cuerpo de Bomberos, Javier Amaya.
El viceministro de Gobernación, Carlos Nájar, declaró que algunas herramientas de trabajo de los mineros desaparecidos fueron encontradas ayer en otro punto de ingreso al yacimiento conocido como El Meneíto, que es “una garganta de difícil acceso”.
Entre las herramientas encontradas están un mazo, una lanza y una lámpara que sus compañeros identifican como de uno de los desaparecidos y creen que “podemos encontrarlo con vida”, según Nájar.
Desde el sábado se realizaron 25 incursiones dentro de la mina, en cuyo interior hay un terreno inestable, con varias fallas y por eso “hay que ir de puntillas”, declaró Campbell.
