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Washington, Estados Unidos.
Los costos se dispararían contando los obstáculos geográficos ya que la frontera atraviesa las montañas del Parque Nacional Big Bend, reservas naturales e incluso la Represa de la Amistad, todos retos para los futuros constructores, que incluso tendrían que construir carreteras para trasladar lo necesario para la construcción.
'Si Donald Trump viajase por la zona, solamente en Texas, se daría cuenta que es inviable. El terreno es muy complicado', dijo Byron Hedges, un pescador de la zona fronteriza, al Washington Post. Gran parte del terreno en la frontera de Arizona y Nuevo México pertenece al Gobierno federal, sin embargo, en Texas, casi todo el borde es propiedad privada.
Los indocumentados en tránsito se resisten a la posibilidad de no cruzar al otro lado, pese al anuncio de la construcción del muro.
Es el caso de la indocumentada hondureña Sandra, quien desde la Casa del Migrante de la fronteriza Ciudad Juárez aseguró a Efe que regresar a su país no es una opción y que va a esperar en la frontera el mejor momento para cruzar.
'Ya pasamos por mucho desde Honduras como para regresarnos solo porque a Estados Unidos se le ocurrió construir otro muro. Vamos a esperar, a quedarnos aquí y a ver cuándo es el momento de cruzar', afirmó.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un decreto sobre refuerzo del control migratorio que contiene la directiva para la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
El objetivo declarado del proyecto es evitar el ingreso de inmigrantes ilegales, drogas y criminales. Pero, ¿qué tan factible será el proyecto del muro?
El diario The Washington Post elaboró un ránking de los 5 obstáculos que el magnate enfrentará para ejecutar el polémico proyecto.
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Complicaciones geográficas
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Las montañas que dividen la frontera representan un reto para los constructores del futuro muro.
La frontera entre Estados Unidos y México cuenta con 3.200 kilómetros de extensión. Casi un tercio del borde -1.050 kilómetros de distancia- ya tiene algún tipo de reja que impide el paso de personas o vehículos. Pero la construcción de apenas unos 660 kilómetros de barrera costaría unos 11.400 millones de dólares, de acuerdo con un estudio elaborado por el instituto Washington Office on Latin America (WOLA).
Los costos se dispararían contando los obstáculos geográficos ya que la frontera atraviesa las montañas del Parque Nacional Big Bend, reservas naturales e incluso la Represa de la Amistad, todos retos para los futuros constructores, que incluso tendrían que construir carreteras para trasladar lo necesario para la construcción.
'Si Donald Trump viajase por la zona, solamente en Texas, se daría cuenta que es inviable. El terreno es muy complicado', dijo Byron Hedges, un pescador de la zona fronteriza, al Washington Post.
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propiedad privada
Allí, Trump no podrá actuar a su gusto en los terrenos situados al costado de la frontera. La construcción del muro en esos casos requerirá una gigantesca batalla legal y enormes pagos por expropiación para los tejanos.
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Obstáculos naturales
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Los coyotes trasladan a los migrantes en balsas a lo largo del Río Grande.
La frontera ya incluye enormes obstáculos naturales. Uno de ellos es el río Grande. Leyes vigentes prohíben construcciones que impidan el flujo de agua o interfiera en la capacidad de beneficiarse de sus recursos.
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La vigilancia ya es efectiva
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Trump ordenó el envío de 5,000 agentes de la patrulla fronteriza a resguardar el borde sur de EUA.
Expertos en seguridad dicen que el muro no detendrá la migración ilegal. 'Si me muestras un muro de 50 pies, te mostraré una escalera de 51 pies', dijo el exsecretario de seguridad, Janet Napolitano, al The Washington Post.
Estados Unidos ha redoblado el número de agentes fronterizos, y dónde no hay un muro, hay cámaras y sensores.
El nuevo presidente quiere intensificar las medidas para acabar con el cruce de inmigrantes sin papeles y agilizar su repatriación.
La orden dará pie a la contratación de 5.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza. Éstos deberán poner fin a la ley 'Catch and Release' (atrapar y liberar), que en algunos casos permite dejar en libertad a inmigrantes poco después de su detención en Estados Unidos y para los expertos esto es más efectivo que un muro.
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La perseverancia de los inmigrantes
Es el caso de la indocumentada hondureña Sandra, quien desde la Casa del Migrante de la fronteriza Ciudad Juárez aseguró a Efe que regresar a su país no es una opción y que va a esperar en la frontera el mejor momento para cruzar.
'Ya pasamos por mucho desde Honduras como para regresarnos solo porque a Estados Unidos se le ocurrió construir otro muro. Vamos a esperar, a quedarnos aquí y a ver cuándo es el momento de cruzar', afirmó.
