Tucson, Estados Unidos
Después de cerrar el año con una victoria legal que permite obtener licencias de conducir, los jóvenes indocumentados de Arizona aseguran que ahora lucharán por obtener matrículas como residentes en las universidades.
En septiembre de 2013 el procurador de Justicia del estado, Tom Horne, denunció a una serie de colegios que aceptaban el pago como residentes a los jóvenes amparados bajo la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés). Desde entonces, la diferencia de precios es abismal. “Son 5,000 dólares por semestre como estudiante extranjero, como residente de Arizona pagaría solo 1,500 dólares”, reveló Rogelio Mendoza, un estudiante de sociología.
Argumento revocado. Horne utilizó los mismos argumentos que la gobernadora de Arizona, Jane Brewer, cuando, en 2012, firmó una orden ejecutiva que negaba a los “dreamers” el derecho a una licencia de conducir.
El Tribunal supremo de EUA falló a favor de los “soñadores” la semana pasada. Desde el 22 de diciembre ya pueden solicitar sus licencias. Finalizada la primera batalla no van a parar hasta “ganar la guerra”.
